Pep Prohens encara una nueva etapa como director del Conservatorio de Música de Mallorca con algunos logros importantes y nuevas retos para el curso 2000-2001. Desde que fue elegido por primera vez para desempeñar el cargo, Prohems ha destacado como un gestor que no ha generado polémicas, con unas ideas sobre la enseñanza de la música a las que se ha mantenido fiel, y con ganas de solucionar deficiencias. Desde su despacho del nuevo edificio, donde alumnos y profesores han regresado al siglo XXI tras su paso de años por el viejo edificio de La Misericòrdia, el director habla del futuro.
«En estos años hemos conseguido cosas pero ahora se trata de consolidarlas. Hemos de estabilizar el Conservatorio Superior, académicamente hablando, reforzándolo pedagógicamente, incrementando el plantel de profesores, también en cuanto a investigación. Que los alumnos que estudien en cada de las tres islas, ahora que sus conservatorios son autónomos, no se vayan fuera a estudiar el Grado Superior. También hemos de consolidar el concurso internacional de canto Francisca Quart, que tuvo mucho éxito. Ya hay gente que quiere inscribirse para la próxima convocatoria. Y el jurado, de gran categoría, pide repetir. Esperamos que la Conselleria siga apoyándolo», explica el director.
Además, aprovecha para recordar: «Un tema pendiente es el bachillerato en música y danza. Los padres tendrán que concienciarse de que no es un bachiller de segunda clase y que un título Superior de música es un título universitario, una licenciatura. Aún tenemos padres que quieren que su hijo estudie música y otra carrera. Se tienen que mentalizar de que la música es igual que el derecho, las matemáticas, u otra carrera», dice con pasión y convencimiento.