El reciente director de la peculiar librería barcelonesa Espai Mallorca, el mallorquín Francesc Llompart, hace balance del primer año y medio de vida del centro y apuesta por una gestión profesionalizada de su cargo. Además de vender libros, la entidad celebra conferencias semanales, exposiciones de arte y otras actividades culturales. Tras la marcha del anterior director, Sebastià Alzamora, actualmente delegado del Llibre de la Generalitat de Catalunya, este centro ubicado en el corazón de Ciutat Vella se prepara para una nueva singladura.
"¿A qué aspira ahora el Espai Mallorca?
"En sólo un año y medio hemos conseguido ser un referente, pero
estamos aún al 50% de lo que podemos llegar a ser. Nos gustaría
intensificar la cantidad de actos, pero sin llegar a «quemar» el
Espai. Además uno de nuestros objetivos primordiales es mejorar la
respuesta de la prensa de Barcelona y la relación con las
instituciones para crecer hacia afuera.
"Su cargo puede ser provisional, ¿cómo afronta esta nueva
etapa?
"El dilema para la dirección del Espai Mallorca es apostar por
alguna figura de prestigio en el mundo literario o mantener a
alguien que conozca el centro y su sistemática. Para mí, lo más
importante es el planteamiento profesional del cargo.
"¿De quién depende que usted siga?
"El Gremi d'Editors es el titular de la gestión mientras que el
Consell se encarga de la financiación. Es necesario un consenso
entre ambos. Durante el verano se decidirá todo, si contratar a
otro director o a alguien que ayude en la gestión, papel que yo
desempeñaba antes de marchar Sebastià Alzamora. El Espai Mallorca
es por un lado librería y por otro activador cultural. Sí, pero no
somos una casa regional. Nos dedicamos a la promoción cultural. Por
ejemplo, hay muchos mallorquines que, por el hecho de serlo, creen
que ya pueden exponer en nuestra galería. Eso no es así. Se
requieren unos criterios de calidad y coherencia.