La «cantaora» Carmen Linares abrió ayer el ciclo de Noches Mediterráneas del Centre Costa Nord con sus «Canciones populares antiguas recopiladas por Federico García Lorca». Fue una velada marcada, sin duda, por la magia de los versos del poeta granadino y el hondo sentimiento de la voz de esta artista formada en Madrid.
Carmen Linares es uno de los máximos exponentes del flamenco en el país, un arte que cultiva con una gran dedicación y entusiasmo. «El cante jondo es la esencia del flamenco. Últimamente ha habido mucha fusión, con la salsa, con arreglos modernos... desgraciadamente en este mundo se ha dado mucha pandereta, se ha ofrecido un flamenco muy malo, poco cuidado. Aunque también se ha realizado fusión de gran calidad», dijo ayer en Palma.
Pese a estas escépticas opiniones, Linares es una acérrima defensora de este tipo de música como «la música de Andalucía, donde convergen muchas raíces, pueblos. Tal y como dijo Zubin Metha, el flamenco es la esencia de la cultura». Linares no se considera a sí misma como la artista «intelectual» del cante jondo, aunque siente un vivo interés por su historia y se muestra muy preocupada por su pervivencia. «Estamos en un momento muy delicado, en el que se pueden hacer grandes cosas. En España hay buenas escuelas de guitarra y de baile, aunque, en menor medida, de canto. Me parece importante que los jóvenes se interesen por el flamenco y surjan nuevas voces», dice.