El ciclo «Trajectòries. 1970-2000» presenta, a partir de hoy en Sa Llonja, una muestra retrospectiva del artista mallorquín Pep Canyelles. La exposición cuenta con una cincuentena de esculturas, que abarcan un largo periplo artístico iniciado en los años 70 hasta la actualidad. El conseller de Educació i Cultura del Govern Balear, Damià Pons, señaló ayer que «a través de esta exposición de Canyelles he realizado un viaje. Comenzó siendo hijo de su tiempo, en una línea cromática cercana al pop-art, para ir evolucionando de la pintura a la escultura, un terreno en el que progresivamente se fue sintiendo más cómodo. Hay un periodo intermedio, en el que pinta las esculturas que realizará en un futuro».
El propio artista aseguró que «en cierta medida es también para mi un viaje que no se exactamente hacia que camino me llevará. Ha sido un proceso muy natural, de alguna manera yo sabía que acabaría realizando escultura. No fue un proceso de ruptura, sino algo espontáneo».
Canyelles dijo que «mi relación con mi propio arte siempre ha sido muy visceral. He intentado plasmar los grandes interrogantes que nos hacemos todos en la vida. De todas maneras, puedo decir que no entiendo, ni entenderé mi obra sin un compromiso con aquello que me rodea, sin un compromiso social». La muestra abarca desde sus primeros cuadros elaborados al amparo del Grup Criada 74 hasta las esculturas realizadas en el 2000. El historiador de arte Jaume Reus dice sobre su producción más reciente que «el camino de la eliminación que ha ido practicando el artista ha llegado a uno de sus momentos más serenos».