La escritora británica Barbara Cartland, considerada la autora romántica por excelencia y tan famosa por sus novelas como por su extravagante apariencia, falleció ayer su casa de Inglaterra dos meses antes de cumplir 99 años.
Según informó su hijo, Ian McCorquodale, Barbara Cartland murió
pacíficamente mientras dormía, tras ser víctima de una breve
enfermedad.
Según McCorquodale, la escritora «disfrutó de una vida maravillosa.
Creo que será recordada como una autora de fantásticos romances que
alegraron mucho la vida a mucha gente».
Cartland, cuya hija Raine fue madrastra de la princesa Diana de
Gales, está considerada una de las autoras con mayor éxito en todo
el mundo.
Las 723 obras que escribió durante su larga vida están traducidas a
36 idiomas y han vendido más de mil millones de ejemplares en todo
el mundo.
Con una media de una novela cada quince días y apodada «la Reina
del Romance», su nombre aparece en el «Libro Guinness de los
Récords» como la escritora más prolífica del mundo.
Únicamente cuando enfermó, el pasado octubre, relajó su ritmo de producción de novelas, que dictaba a una secretaria y se caracterizaban por su final feliz, en el que tras múltiples sufrimientos la heroína se casaba con «el bueno» de la obra y vivían felices por siempre jamás. Una fórmula la suya que tuvo infinidad de seguidores.
Pero no han sido solamente sus obras las que le atrajeron la fama, sino su extravagante apariencia, siempre vestida de tules color rosa, con su cuerpo adornado con perlas y largas pestañas postizas en sus ojos.