«Me da la sensación que en España la narrativa de ficción no está pasando por su mejor momento. La mayoría de títulos que se editan no son en verdad necesarios, nadie los echaría en falta si no se hubiesen escrito». Así de taxativo se mostró ayer el escritor y poeta luso Ernesto Sampaio, que acudió a Palma para participar en el ciclo «Literatura Portuguesa Universal (con)celebrada», donde expuso su visión crítica de la sociedad y de la propia literatura.
Sampaio aprovechó la conferencia para definir su papel dentro del surrealismo portugués, una corriente artística que se desarrolló tardíamente en el país vecino, y a la que el literato aportó dos títulos esenciales: «Luz central» y «Para una cultura fascinante».
«Tengo que aclarar ante todo que yo no soy surrealista, aunque creo que he influído para el desarrollo de esta corriente artística en Portugal. A los 18 años era un literato puro y duro, un escritor guiado por una especie de mano. El surrealismo me devolvió la vida». La rehabilitación del real-cotidiano, una de los postulados de este movimiento de vanguardia, fue reivindicado por el escritor portugués: «Lo maravilloso, lo inaudito, está por todas las partes de la ciudad, es un fenómeno urbano».