Josep Lluís Burguera fue el reciente ganador del Premi Ciutat de Palma de novela con su obra «Cacic», su segundo trabajo publicado. Nacido en Tarragona, su trayectoria literaria es muy corta, ya que anteriormente sólo había publicado «Retaule», un repaso en clave autobiográfica de la segunda mitad del siglo XX: desde la postguerra más feroz hasta la llegada de la democracia, pasando por el franquismo y la transición. Este libro obtuvo en 1998 el Premio de Narrativa Ciutat d'Eivissa.
En «Cacic», Burguera se sumerge en las Guerras Carlinas. «Es un período muy denso y significativo de nuestra historia colectiva que, el colegio franquista, escamoteó a toda mi generación», afirma el escritor. Así como su primera obra se situaba más en el ámbito memorialístico, «Cacic» se construye a través de la construcción de la ficción. «Me seducía hablar de esta época pero no sabía cómo hacerlo. Dándole vueltas, llegué a la conclusión que lo mejor era novelar la vida de un personaje, un cacique, un excarlino, instalado en el sistema, en el nuevo régimen de la Restauración borbónica "ya a finales del siglo XIX". El relato de su peripecia personal y actual permite hacer extrapolaciones referentes a todo el contexto político, social y religioso de todo el siglo XIX», declara.
Josep Lluís Burguera reconoce que su novela se incluye en el género histórico, aunque, en su opinión, habla de temas aún vivos en la historia de España. «Mi novela habla de la guerra fraticida y de fundamentalistas, una situación que se repitió durante la Guerra Civil; de la manipulación de las elecciones, una burla que también encontramos en el franquismo; del temor que ejercen las autoridades sobre la población, que también está presente durante la dictadura; del transfugismo político, un mal que se ha repetido tanto en la época de la transición como en la democracia actual. Pero no sólo habla de esto, también se refiere a la cuestión del sexo "menores, incesto..." y que parece patrimonio de finales del siglo XX, o a la situación social del campo», explica este escritor de vocación tardía.
Josep Lluís Burguera se mostró muy sorprendido de haber obtenido este galardón literario, dotado con 2'5 millones de pesetas. «Me presenté al premio Llorenç Villalonga de los Ciutat de Palma porque considero que es uno de los galardones importantes del panorama actual y pensaba que mi obra podría hacer un papel digno. Pero no me esperaba ganarla, sobre todo cuando en la noche del día anterior al fallo nadie me había llamado para confirmarlo».