La escritora Lucía Graves, hija del autor británico Robert Graves, ha hecho su debut en la narrativa con «La casa de la memoria», una novela histórica que acaba de publicar la editorial Seix Barral. La obra reconstruye la vida de Alba, una joven judía que en 1492 se ve obligada a abandonar España después de que los Reyes Católicos decretaran la expulsión de los judíos hispanos del país.
"Ésta es su primera novela. ¿Ha disfrutado
escribiéndola?
"He difrutado mucho con el proceso de documentación, de
investigación. Lo demás ha sido un poco más difícil.
"¿Por qué eligió el tema de la expulsión de los judíos
de España?
"La novela aborda una ruptura con una determinada forma de vida y
el inicio de un viaje por el Mediterráneo, tanto a nivel geográfico
como espiritual. La protagonista vive un desgarramiento, abandona
una situación feliz y tiene que luchar contra las situaciones
adversas.
"Y ese viaje, ¿a dónde le lleva?
La acción se inicia en Girona, cuyo barrio judío me impresionó
mucho, y acaba en Tesalónica. A lo largo de la historia, Alba
viajará a Francia "la vía más rápida para el exilio, como hicieron
los Republicanos en el siglo XX", a Perpiñan, a Marsella. Luego
llegará a Italia, y allí conocerá Génova, Venecia y Nápoles.
"¿Se considera, al igual que lo fue su padre, una
«difusora de la cultura mediterránea en los países
anglosajones»?
"Me siento una persona bicultural, mediterránea y anglosajona a partes iguales. Un poco como los sefarditas. Al abandonar España, siguieron llevando a su país en el corazón e incluso mantuvieron los trazos básicos de su lengua, el castellano.