La asociación ARCA remitió una queja al Ajuntament de Palma, demandando que se tomen medidas para no dañar los restos de la antigua muralla de Palma, que se hallan enterradas en el subsuelo. El motivo de esta instancia, son los daños que se han producido en los últimos días a los sillares de la muralla, que han salido a la luz durante la consecución de las obras de ampliación de las aceras del Paseo Mallorca.
Los restos encontrados en la confluencia del Paseig Mallorca con la Porta de Santa Catalina, miden un metro cuadrado aproximadamente, y se especula que serían una prolongación de la parte de la muralla aún visible del Baluard de Sant Pere.
Pere Pascual, en nombre de la asociación, apela a que el equipo que está ejecutando el proyecto tenga en cuenta la documentación existente, pues el trazado de la muralla está contenido en el plano de Antoni Verger del año 1596, para así evitar nuevos desperfectos. Por otra parte también propone la posibilidad de que en el pavimento se diferencie el lugar que ocupaba la antigua muralla renacentista. ARCA ha querido agilizar esta petición debido a que es muy posible que en los próximos días y en el seno del mismo proyecto se localicen nuevos restos.