Cientos de ciudadanos de a pie, políticos y representantes del mundo de la cultura desfilaron ayer ante la capilla ardiente del tenor Alfredo Kraus, fallecido el viernes en Madrid a los 71 años. El ministro de Educación y Cultura, Mariano Rajoy, que acudió durante la mañana a la capilla, situada en el vestíbulo central del madrileño Teatro Real, se mostró impresionado por el caluroso homenaje de la ciudadanía a este representante de la lírica mundial.
Desde primeras horas comenzaron a formarse filas en torno a la Plaza de Oriente para despedir a Alfredo Kraus. Mariano Rajoy se mostró sorprendido por este homenaje de la ciudadanía, amigos y aficionados. «Es impresionante la cantidad de personas habiéndose abierto la capilla ardiente a las 11 de la mañana», dijo el ministro, lo que a su juicio demuestra no sólo «el reconocimiento a la figura de Kraus, sino también el enorme cariño que le tenía la gente».
Por la capilla ardiente desfilaron también el alcalde de Madrid, José María Àlvarez del Manzano, el presidente de la Comunidad, Alberto Ruiz Gallardón, el secretario de Estado de Cultura, Miguel Àngel Cortés, y el consejero del Cabildo Insular de Gran Canaria, Gonzalo Angulo.