Trece escultores españoles de la llamada «generación intermedia» exponen a partir de hoy y hasta el próximo día 10 de octubre en el Casal Solleric. La muestra «Hacia un nuevo clasicismo. Veinte años de escultura española», comisionada por Miguel Cereceda, reúne 18 piezas de Juan Muñoz, Eva Lootz, Susana Solano, Pello Irazu, Fernando Sinaga, Sergi Aguilar, Nacho Criado, Cristina Iglesias, Miquel Navarro, Pep Durán, Gerardo Sigler, Carlos Pazos y Francisco Leiro.
Estos artistas, nacidos durante los años 40 y 50, han ido
desarrollando su producción entre los años 70, 80 y 90,
principalmente.
Fernando Sinaga, escultor adscrito a la corriente minimalista, cree
que «el título de la exposición ha sido muy polémico. Yo, y la
mayoría de mis compañeros, no nos consideramos clásicos. Nuestra
generación se formó espontáneamente. Absorbimos mucha tradición
extranjera, de Alemania, de Norteamérica. No estamos entroncados
con la escuela de Chillida, por poner un ejemplo».
Todos los escultores, de tendencias y estilos muy variados, han tenido una amplia trayectoria internacional y han sido seleccionados por el profesor de la Complutense de Madrid, Miguel Cereceda. «Somos clásicos, tal vez, en el control que ejercemos sobre nuestra obra, en lo metódico y en el rigor», añade Sinaga.
El escultor catalán Pep Durán señaló en un tono irónico que: «El concepto de clásico, si genera polémica, pues mejor que mejor. La visión de Cereceda va con la idea de que un trabajo vanguardista puede llegar a ser clásico. Es una contradicción, una opinión, aunque también la respeto».
Esta muestra nace de la colaboración entre el Consorcio de Museos de la Comunidad Valenciana y la Obra Social y Cultural de la Caja de Ahorros del Mediterráneo. Hasta el momento ya se ha expuesto en el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en Alicante. Después de Palma se montará en la Llotja de Valencia.