«En la década de los años veinte Borges se extrañó, al venir a España, de la poca preparación que tenían los poetas. En Sevilla constató que muy pocos sabían leer en otros idiomas y que no conocían a los grandes autores extranjeros», aseguró ayer en Palma Àlvaro Salvador, escritor y catedrático en literatura hispanoamericana.
Los doctores Luis Iñigo Madrigal, de la Universidad de Ginebra y Salvador, de la Universidad de Granada, abordaron ayer la obra del genial escritor Jorge Luis Borges, dentro del curso que la Universitat d'Estiu de Cooperació Internacional ha organizado sobre el literato argentino. Àlvaro Salvador centró su conferencia en torno a la metáfora en la obra de Borges, mientras que Luís Iñigo Madrigal enfocó sus disertaciones sobre la figura del autor de «El Aleph» como escritor hispanoamericano, poniendo especial énfasis en la reivindicación del «gauchismo».
Salvador dijo que «Borges decía que la metáfora es la curva verbal que traza entre dos puntos espirituales el camino más breve» y remarcó que para el visionario argentino «las metáforas siempre son las mismas. La vida, un río; la muerte, un sueño».