Ante más de 10.000 personas entregadas a su música, el artista Mike Oldfield desplegó todo su espectáculo sonoro en lo que a buen seguro será el concierto del verano.
Acompañado por seis músicos, repasó los temas más conocidos de su carrera, e hizo especial hincapié en sus dos últimos trabajos, «Tubular bells III» y «Guitars». Un concierto ecléctico como el propio Oldfield. Era la primera vez que el músico actuaba oficialmente en la Isla, aunque, según la leyenda, algunos lo han visto algunas veces en pequeñas jam en Deià.
Mike Oldfield llenó el Coliseo Balear con un público tan heterogéneo como su repertorio. Pero todos disfrutaron con las piezas del artista británico. El de Reading tuvo ante sí desde deportistas de la Universiada hasta turistas cerveceros, pasando por el público local que no quería perderse la primera actuación multitudinaria de Oldfield en la isla.
El hombre de las campanas tubulares llegó a Palma en el mediodía de ayer, procedente de Barcelona. Se coló entre turistas y agentes de los turoperadores y se negó a atender a la prensa. «¿Podemos hacerle unas preguntas?», preguntamos. «No». Se quedó tan ancho, comentando el vuelo agradable "sin retraso" con sus compañeros de viaje, mientras la concurrencia comentaba que lo imaginaba más alto. «Por eso en sus fotos siempre aparece retratado en contrapicado», comentó alguien.
Mike Oldfield ha vendido ya en España 100.000 copias de su «Guitars», mientras que su trabajo anterior supera las 400.000. «Guitars» es un disco sencillo, lejano a la parafernalia de los «Tubular», grabado en tres meses con una sola guitarra. El multiinstrumentista Oldfield sabe, sin embargo, que los «Moonlight shadow», «Family man» y «Shadow on the wall» son capaces de levantar más coros y aplausos entre el público que sus piezas instrumentales, y quizá por eso las ha incorporado en el repertorio de su «Then and now», el nombre de esta gira.
Antes, el público pudo disfrutar con la música celta de Luar na Lubre, un grupo que por sí sólo ya merece un concierto.