La voz de «una de las voces poéticas más intensas de la poesía catalana contemporánea», según palabras del director literario de la editorial Empúries, Xavier Folch, fue recuperada el jueves en el Espai Mallorca de Barcelona. La presentación del poemario póstumo de Andreu Vidal (Llucmajor, 1959-1998), «Ad vivum», sirvió de excusa para congregar a amigos poetas o críticos, como Manuel Guerrero, Juan Bufill, Josep Maria Lluró, Carles Hac Mor o Margalida Pons.
Folch aseguró, asimismo, su compromiso a la hora de publicar en enero del año que viene las traducciones que Andreu Vidal realizó de la obra del poeta francés Paul Celan.
Vidal murió el verano pasado a causa de una parada cardíaca, habiendo logrado, cuando tan sólo contaba con 39 años, premios como el Ciutat de Palma de poesía con «Necròpsia» (1984) o el Carles Riba con «L'animal que no existeix» (1992), que muchos de los presentes calificaron como «uno de los mejores poemarios de la década de los noventa». Manuel Guerrero destacó la singularidad de la obra del literato de Llucmajor: «Vidal llegó a formarse una voz poética propia, cosa no habitual hoy en día en la literatura catalana o española, donde los escritores son copias de otros». Mientras que Juan Bufill remarcó «la capacidad innovadora de su obra, siendo uno de los pocos autores capaces de conjugar tradición y modernidad». Y todo gracias a que Andreu Vidal, según Guerrero, logró reunir las corrientes de la poesía europea contemporánea, ya sean T.S. Eliot, o el mismo Paul Celan, fenómeno que provoca que «aquí todavía no sea comprendido».