Palma se convirtió ayer en una fiesta en la que pequeños y mayores se echaron a la calle desde primeras horas de la mañana para vivir de cerca el Dia del Llibre.
Con la resaca del triunfo mallorquinista todavía a cuestas, residentes y visitantes recorrieron incansables el centro de la ciudad lanzándose a la difícil tarea de dar con la lectura más deseada en alguno de los escasísimos expositores instalados en la vía pública.
Los escolares fueron, sin duda, los protagonistas de un día que para muchos dio comienzo en el patio de Can Bordils, convertido hasta el día 29 en «biblioteca fantástica». Alumnos de Educación Infantil y Primaria pudieron escuchar, ver, tocar y hasta modificar sobre la marcha algunos de los cuentos que ellos mismos han escrito, ilustrado e incluso editado para este 23 de abril.
Por su parte, los más mayores intentaban abrirse paso entre el mare mágnum que invadía a media mañana la Plaça Major y las calles adyacentes decididos a completar una encuesta escolar. «¿Cuál es el género literario más vendido?», «¿Qué título te ha llamado más la atención?» o «¿Por qué el Dia del Llibre se celebra el 23 de abril?» eran algunas de las cuestiones que trajeron de cabeza a más de uno y con las que fueron bombardeados los libreros.