«Dos hombres ante el tablero de una partida definitiva». Eso es «La huella»: un duelo interpretativo entre dos de los grandes del panorama teatral español, Agustín González y Andoni Ferreño.
El montaje, que se estrenó anoche en el Auditòrium bajo la dirección de Ricard Reguant y que permanecerá en cartel hasta el domingo día 7, llega a Palma avalado por un gran éxito de público.
Intriga, suspense, humor y drama son algunas de las bazas de esta historia de Anthony Saffer que enfrenta a dos hombres por el amor de una mujer. Lejos de la versión cinematográfica de Mankiewicz, con Michael Cain y Laurence Olivier, González y Ferreño ahondan en «la psicología de los personajes y en su conflicto, intentando darle mayor dimensión humana», según los actores, para quienes el reto está en la función en sí, «una de las obras más bellas de los últimos 40 o 50 años y más difíciles de llevar a escena».
Agustín González, por su parte, lamentó que los actores se vean obligados en muchas ocasiones a aceptar papeles en series de televisión, «de calidad bastante penosa». «En el cine somos unos seres manipulados dentro de un engranaje que maneja el director. En cambio, el teatro es algo vivo e irrepetible que ofrece una mayor capacidad creativa», explicó.