El escultor Jaume Mir vuelve a la actualidad con una de sus obras públicas monumentales que, en este caso, se instalará en el municipio de Muro, en la rotonda del cruce de sa Pobla conocida como es Marjals. Se trata de un monumento conmemorativo de la figura del pedraire (picapedrero), que este domingo será inaugurado oficialmente por las autoridades locales dentro de las fiestas de sant Antoni.
De 2'10 metros de alto y un peso de unos 400 kilogramos, este homenaje en bronce a uno de los oficios que, según el escultor, sustentaban «hace 150 o 200 años la economía de la zona, junto a la agricultura», ha sido concebido por Mir siguiendo una de las pautas que caracterizan su creación, el estudio muy marcado de la anatomía, fruto de un profundo conocimiento de la figura humana de la que el autor saca todo el partido posible a la musculatura, a la tensión de los gestos, a la fuerza, en este caso del varón.
Hasta llegar a la obra definitiva, que se inaugurará este domingo, Mir pasó por un proceso de reflexión sobre lo que quería representar, como se puede ver en varios bocetos concebidos en barro que preceden a la pieza definitiva. «La figura está captada en un momento de actitud pasiva, se ha querido representar el instante antes de comenzar el trabajo, como si fuera un capataz que pensara lo que se tenía que realizar a continuación, empezar la tarea de abrir la cantera», comenta el artista.