Durante el primer trimestre del próximo año, probablemente durante el próximo mes de febrero, el Casal Solleric de Palma acogerá una exposición antológica de la obra del pintor mallorquín Guillem Mesquida (Palma, 1675 - 1747) que, organizada por el Govern balear, pretende recuperar una figura histórica y mítica de la época barroca.
Comisariada por Marià Carbonell, profesor de Historia del Arte en la Universidad Autónoma de Barcelona, la exposición lleva unos tres años preparándose y, según Jaume Gil, director general de Cultura del Govern, «igual que la de arte barroco mallorquín que se expone ahora en Barcelona, con esta exposición queremos intentar abrir una línea expositiva de carácter histórico y Mesquida es uno de nuestros pintores más considerados».
Para Marià Carbonell, la finalidad de esta muestra estriba en «intentar dar a conocer mejor la figura del artista que aquí es considerado un mito pero fuera resulta un desconocido. Sin duda es el mejor pintor mallorquín del siglo XVIII. En su época sí fue relativamente reconocido».
Mesquida era un pintor muy fecundo. «Producía mucho y tenía un hijo, también pintor, que le debía ayudar. Desde Italia enviaba pintura a sus clientes mallorquines. De las obras que no constan datos son de las que vendió en Venecia o Alemania. Esta exposición podría actuar como revulsivo para que salieran a la luz», cuenta el comisario. En la muestra se exhibirán unos 60 cuadros, más otros seis de su hijo, y no está planteada en sentido cronológico, ya que no se han encontrado trabajos de sus comienzos, sino siguiendo un recorrido temático: pintura mitológica, religiosa y retrato.