Pep Guerrero (Port de Sóller, 1966) es un joven pintor que ha entrado con fuerza en el panorama artístico mallorquín. Ganador de numerosos premios de pintura "recientemente obtuvo el X Certamen de Pintura Dijous Bo de Inca, dotado con 500.000 pesetas" en los últimos meses ha llevado su obra por diversas ciudades españolas y europeas y ha cosechado dos importantes éxitos en Madrid, uno de la mano de Àgata Ruiz de la Prada y otro en la prestigiosa feria ARCO, donde muchas galerías se interesaron por él.
Actualmente está preparando las obras que presentará en la edición de este año de la feria madrileña y tiene un proyecto para exponer en México.
Guerrero tiene problemas para definir su obra. «Muchas veces no sé qué decir y la llamo kitch», asegura. Su pintura mezcla el paisaje clásico de tintes románticos con elementos más cercanos al pop y a la moda en soportes como la tela, pero también en otros tan poco usuales para un pintor como sillas, maletas, mesas o bolsos. Al respecto asegura que «pinto en ellos porque me gusta descontextualizar los objetos de uso cotidiano. Para mí son obras de arte, aunque también pueden seguir utilizándose».
Todo empezó hace unos años, cuando no tenía dinero para pagarse las telas sobre las que pintar. «Entonces se me ocurrió pintar una maleta que tenía vieja, y después lo hice sobre un bolso. El resultado me gustó y lo presenté a la Mostra d'Art Jove, y gané. Este éxito me impulsó a realizar una instalación con estos objetos en Sa Quartera de Inca... Y hasta ahora», dice.