El Centre de Cultura «Sa Nostra» inaugura hoy una retrospectiva del pintor argentino, afincado en Mallorca, Francisco Bernareggi (1878 - 1959), siguiendo la política de la entidad de «recuperar artistas clásicos de las islas», según explicó ayer Magdalena Aguiló, subdirectora.
Más de una sesentena de piezas han sido catalogas y comisariadas para esta exposición por el experto y restaurador José María Pardo quien ha hecho un estudio exhaustivo sobre la obra del artista, un creador sobre quien existe muy escasa bibliografía.
Integrante del grupo de paisajistas que en la primera mitad de siglo vivieron y trabajaron en Mallorca, amigo de Blanes Viale y de Antonio Gelabert, entre otros, como antes lo había sido de Picasso, se estableció en Mallorca entre 1901 y 1903. Sobre las características de su trabajo Pardo destacó ayer una «preocupación obsesiva por el color y la luz» lo que hacía que su producción fuera muy lenta y exclusiva, obligándole incluso a reducir su vida social, todo siempre en función del cuadro, que podía llevarle años, ya que para plasmarlo dependía del tiempo y la atmósfera. En su época fue un pintor muy popular en la Isla e incluso participó en el circuito internacional de exposiciones hasta el crack de la bolsa en el año 1929.