La consellera de Educación y FP de la Generalitat, Esther Niubó, ha afirmado que se garantizará que la Literatura Catalana y la Literatura Castellana sigan siendo asignaturas de modalidad en 2º de Bachillerato de Ciencias Sociales y Humanidades porque «es una línea roja» del Govern.
Lo ha dicho en una atención a los medios este martes, antes del Consell Executiu, después de que este lunes se informara de que se preveían una serie de cambios en el currículo de Bachillerato catalán, entre los que estaba pasar Literatura Catalana y Castellana de asignatura de modalidad en 2º de Bachillerato a ser optativa de 1º.
Niubó ha negado que se haya rectificado el criterio porque «no ha habido modificación normativa», y asegura que lo que ha circulado es un documento de trabajo vivo, dice textualmente, que aún no ha llegado a concretar todos los itinerarios.
«No es rectificar, es informar de que cuando llevemos la modificación de currículos de Bachilleratos se hará respetando esta línea roja de Literatura Catalana y Castellana, atendiendo a la singularidad lingüística y cultural de Catalunya», ha destacado.
Otras modificaciones
Sobre el resto de modificaciones, ha asegurado que Catalunya no eliminará el Treball de Recerca (TR) y sobre las materias que se unifican del Bachillerato Científico y Tecnológico, como Física y Química o Biología, Geología y Ciencias Ambientales, ha dicho que se están «estudiando itinerarios en Bachillerato para no perder calidad» de aprendizaje.
Además, ha asegurado que están trabajando con las direcciones de los centros educativos y con la Inspección Educativa para «poder llegar a una propuesta consensuada que tenga el mínimo impacto en el sistema educativo», preservando las horas de aprendizaje y con el menor impacto a la plantilla.
Evitar perjuicios al alumnado
Ha asegurado que están en conversaciones con el Ministerio de Educación y que ven «muy buena receptividad para entender y respetar, atendiendo la singularidad cultural y lingüística de Catalunya».
También ha insistido en que la Conselleria quiere evitar posibles «perjuicios para el alumnado», en cuanto a que tengan problemas de movilidad para estudiar porque no puedan homologar el título que han obtenido en otra comunidad autónoma.