El pleno del Parlament ha aprobado este miércoles iniciar la tramitación de dos proposiciones de ley de ERC y Comuns sobre la revisión del régimen fiscal singular aprobado para impulsar el Hard Rock y para modificar la ley sobre centros recreativos turísticos y establecimiento de normas en materia de tributación, comercio y juego.
Las iniciativas, tramitadas por lectura única, se han aprobado con los votos a favor de PSC-Units, ERC, Comuns y CUP, y los votos en contra de Junts, PP, Vox y Aliança Catalana (AC).
El objetivo de las dos proposiciones de ley es mantener los impuestos actuales sobre el juego, que para los casinos con más volumen de negocio es del 55%, y eliminar la rebaja hasta el 10% que se aprobó en 2014, que entraría en vigor cuando se iniciaran las actividades del juego y apuestas en el primer casino situado en el centro turístico de Vila-Seca y Salou (Tarragona), el Hard Rock.
Además, el texto de los republicanos también insta a suprimir otros artículos de la ley relativos al proyecto.
Tras la aprobación en el pleno, se abre el plazo de presentación de enmiendas a la totalidad y al articulado, que la Mesa del Parlament ha fijado hasta el viernes 13 de diciembre a las 12 horas.
Erc y comuns
La diputada de ERC Raquel Sans ha defendido modificar la ley porque ha asegurado que la rebaja fiscal para el complejo no tiene equivalente en países europeos, y ha defendido impulsar ahora la modificación y no antes porque el PSC se negaba a apoyarla.
«En pocas palabras, si es ahora y no antes, es porque aquí se ha movido el PSC. Y el PSC no se ha movido solo, lo ha hecho obligado por la aritmética parlamentaria y por la fuerza de los Comuns y de ERC», ha sostenido Sans.
La presidenta de los Comuns, Jéssica Albiach, ha celebrado el cambio de posición que, a su juicio, han tenido PSC y ERC respecto al Hard Rock y ha asegurado que las izquierdas han de ser capaces de llevar a cabo un proyecto que «de ninguna de las maneras puede estar basado en favorecer la especulación ni en hacer regalos fiscales a los casinos».
«Tenemos la oportunidad de eliminar uno de los símbolos de un modelo caducado e injusto, un modelo del pasado y que no funciona. Y hacer un paso adelante hacia un futuro donde prioricemos las personas, la dignidad y el territorio», ha concluido.
Psc y cup
El diputado del PSC-Units Jordi Riba ha afirmado que cumplirán de forma rigurosa e inequívoca los acuerdos de investidura con ERC y Comuns, a la vez que ha valorado que el beneficio fiscal al Hard Rock «no tiene razón de ser en este momento», y ha recordado que desde que se aprobó la ley en 2014 la situación socioeconómica ha cambiado y se ha pasado de los recortes y la austeridad al debate sobre la armonización fiscal, en sus palabras.
Desde la CUP, Laia Estrada ha señalado que, atendiendo a las encuestas, la mayoría de los catalanes está en contra del Hard Rock, y ha pedido voluntad política para retirar la licencia de casino y descartar el proyecto de desarrollo urbanístico (PDU) que posibilita el proyecto «frente a una evidencia que es el riesgo químico».
Junts, pp, vox y ac
Mònica Sales (Junts) ha reivindicado que el proyecto del Hard Rock va más allá del juego, con convenciones o grandes eventos musicales, y ha criticado, textualmente, el cambio de discurso radical del PSC de defender el proyecto a rechazarlo: «Si quieren ser el gobierno de todos, escuchen a todos», ha dicho, tras exigir que haya un debate completo en el Parlament.
Por parte del PP, el diputado Pere Lluís Huguet ha criticado que se modifique la ley en un procedimiento de lectura única, ha alertado que implicará «la máxima indemnización por responsabilidad penal de la Generalitat» y ha defendido el proyecto porque, en su opinión, rompe la estacionalidad del turismo y genera empleo.
Joan Garriga (Vox) ha criticado que se pretenda acabar con beneficios fiscales que tienen proyectos como el Hard Rock en vez de reducir impuestos al resto de sectores, y ha asegurado que el centro recreativo «aportaría muchas ventajas para el Camp de Tarragona» como la generación de empleo.
La lider de AC, Sílvia Orriols, se ha opuesto a la tramitación por lectura única, pero también al Hard Rock: «No queremos terminar como los nativos americanos, en reservas y gestionando casinos. Queremos recuperar el dominio de nuestra tierra y apostar no por la ruleta, sino por un modelo económico basado en la reindustrialización del país», ha afirmado, aunque ha negado que su posición sea un ataque al sector turístico.