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Las tareas de sacar lodo en garajes por las brigadas del Consorcio, paralizadas hasta actualizar el protocolo de riesgos

Sindicatos dicen que trabajan casi con las mismas medidas que el primer día y el Consorcio asegura atenderá lo que digan los técnicos de prevención en un escenario "sin precedentes"

Imagen de archivo de tareas de extracción de lodo en un espacio confinado en una localidad afectada por la dana | DIPUTACIÓN DE VALENCIA

| València |

Las tareas para extraer lodo de espacios confinados o cerrados como los garajes de las poblaciones afectadas por la dana se encuentran paralizadas en el caso de las brigadas del Consorcio Provincial de Bomberos, a la espera de que se actualice el protocolo de actuación. El Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat) realizó una serie de recomendaciones y el mando de la emergencia, junto con este organismo, definieron el protocolo que los sindicatos ha pedido que incluya especificaciones «más exhaustivas».

El Comité de Empresa de Laborales del Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia ha informado de las decisiones adoptadas en relación a los trabajos en los espacios confinados, que se han paralizado en el caso de estas brigadas pero que continúan con otros efectivos, como las empresas especializadas contratadas por la Diputació.

Según los sindicatos, desde el pasado 26 de noviembre los delegados de Prevención de Riesgos Laborales están «luchando por unas condiciones de trabajo seguras» vista la «magnitud del peligro». «Ante este peligro y la desinformación, el 28 se paralizaron los trabajos por no tener un protocolo ni información de la contaminación de las aguas y lodos que se encuentran en los garajes».

El 2 de diciembre se retomaron los trabajos de extracción con un procedimiento que, según subrayan en un comunicado de fecha de este martes difundido en la red social X, «no está evaluado por el departamento de Prevención de Riesgos Laborales y las brigadas trabajan prácticamente con las mismas medidas que el primer día».

"seguridad necesaria"

El comité de empresa recalca que no se niegan a trabajar pero quieren hacerlo «con la seguridad necesaria y sabiendo que a los de arriba les importamos y velan por nuestra salud». Así, aclara que «en una empergencia somos los primeros, y así lo hemos demostrado, que sin miedo nos hemos metido donde ha sido necesario». Sin embargo, consideran que, después de un mes, «la emergencia ha pasado a ser labores de trabajo cotidiano» y la previsión de Equipos de Protección Individual (EPI) «no tendría que brillar por su ausencia que es la realidad».

Por ello, aseguran que la gerencia y el departamento de Prevención de Riesgos Laborales les han comunicado que se han «paralizado» los trabajos en lugares confinados «hasta subsanar las deficiencias en protocolos de trabajo».

Desde la corporación provincial subrayan que ahora mismo estas tareas de extracción para las brigadas están paradas pero este miércoles se ha dado la orden a prevención de riesgos para que envíen el protocolo actualizado para adaptarlo desde el Consorcio y que «mañana vuelva a estar en marcha el dispositivo».

El Consorcio Provincial ha subrayado que las brigadas se pusieron al servicio de los pueblos afectados por la dana durante las primeras semanas de la emergencia cooperando con los operarios de maquinaria pesada del cuerpo de Bomberos y Diputación, así como con otros servicios de emergencias, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y empresas públicas y privadas en las labores de extracción de lodos de los inmuebles.

«Un servicio más allá de sus funciones y con una dedicación y entrega encomiables, cuya organización se vio incluso reforzada con la realización de horas extra y turnos adicionales», apunta el organismo. En el caso de los garajes, añade que los lodos depositados, en ocasiones, «integran otros desechos, como combustibles de los vehículos diluidos, materia orgánica arrastrada por la riada en descomposición, o incluso vertidos por aguas sucias, diluidas en el fango a causa de las roturas de las bajantes de fecales de algunos edificios».

Estos residuos generan, en todas las personas intervinientes en los trabajos de extracción y limpieza, «riesgos para la salud, al producirse gases y agentes biológicos, fruto de los ecosistemas favorables a su proliferación (humedad, oscuridad y material orgánico)», unos «riesgos» que «requieren un análisis concienzudo por parte de las administraciones, como empleadores, a través de sus equipos de prevención de riesgos laborales, así como la elaboración de protocolos de actuación que los minimicen».

Estos protocolos de actuación regulan extremos como el tiempo de exposición, los vestuarios y equipamientos de intervención, la evaluación previa y continuada de los espacios durante los trabajos, la monitorización de agentes, el control de suministros de materiales de protección, las guías de seguridad para los empleados, entre otros.

En situaciones de normalidad, los empleados de las empresas públicas y privadas especializadas en la intervención en los llamados «espacios confinados» ya cuentan con protocolos propios. El Invassat el pasdo 25 de noviembre advirtió de que «la limpieza y acondicionamiento de todos estos recintos subterráneos anegados con lodos y aguas fecales, entre otros posibles contaminantes, deben realizarse solo por empresas y personas trabajadoras especializadas en trabajos en espacios confinados».

Y añadió que estos trabajos se deben realizar «conforme a un procedimiento de trabajo seguro por escrito que determine la forma concreta en la que se desarrollará la actividad en el espacio confinado, describiendo las tareas, quién y cómo las ejecutará y cómo se actuará en caso de emergencia».

En ese procedimiento de trabajo se definirá, entre otros muchos aspectos, las autorizaciones de entrada a los recintos confinados, las medidas preventivas a adoptar durante el trabajo, los equipos de protección individual y los equipos de trabajo a utilizar, la formación preventiva requerida, así como la manera de llevar a cabo la preceptiva presencia de los recursos preventivos de la empresa mientras duren los trabajos en dichos recintos.

Un primero, "insuficiente"

Ante este aviso, el mando de la emergencia y el Invassat definieron el protocolo requerido para aplicarse a esta operativa por parte del equipo de brigadas del Consorcio, que se consideró «insuficiente» por la parte sindical y que trasladó sus observaciones al equipo de prevención de riesgos laborales. En este momento, según añade, están trabajando en la inclusión de especificaciones «más exhaustivas, que no distintas», en el documento.

La Dirección del Consorcio «entiende» y «aplaude» la labor y acción de los sindicatos «en la defensa de los intereses de los empleados» y asegura que comparte «totalmente» este fin. En todo caso, subraya que este es «un escenario sin precedentes, en el que la realidad ha superado cualquier previsión organizativa y administrativa, pese al enorme esfuerzo del personal».

Por tanto, afirma que «no cabe» otra actuación que «estar a las indicaciones de los técnicos de prevención en la definición de los despliegues del operativo». «Necesitamos cuidar para seguir cuidando, y por ello, estamos seguros de contar con la comprensión de la ciudadanía caso en el que se requiera interrumpir momentáneamente la prestación de servicios en tanto no se den las condiciones establecidas por la autoridad laboral y los profesionales de la seguridad», ha señalado y ha concluido que el compromiso del Consorcio con los ciudadanos «ha sido, es y será, absoluto».

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