Síguenos F Y T L I T R

Díez Antxustegi (PNV) afirma que Euskadi "no necesita cambiar sus políticas 180º" ni en Presupuesto ni en fiscalidad

Dice que para pactar la fiscalidad no mirarán "el quién" sino el "para qué", y defiende su carácter incentivador más allá del recaudatorio

Archivo - El portavoz de la formación nacionalista en el Parlamento Vasco, Joseba Díez Antxustegi, a su llegada a la toma de posesión de Imanol Pradales de su nuevo cargo como lehendakari, en la Casa de Juntas de Gernika, en Bizkaia | Iñaki Berasaluce - Europa Press - Archivo

| Bilbao |

El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Díez Antxustegi, ha afirmado que la situación de Euskadi «no es catástrófica» como para que se reclame que cambie sus políticas 180º, ni en materia presupuestaria ni fiscal, aunque sí ha destacado que se deben acometer «mejoras» para resolver «problemas concretos» que se han detectado. Además, ha defendido el carácter incentivador de las políticas públicas de la fiscalidad, más allá del recaudatorio, y ha apuntado que, para pactar la reforma, no mirarán «el quién» sino el «para qué».

En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, Díez Antxustegi ha considerado «aconsejable» alcanzar acuerdos con los partidos de la oposición que «mejoren» el proyecto de Presupuestos.

En todo caso, opina que es «vanidoso» que al Gobierno se le pida «un cambio de rumbo», y ha reiterado que las formaciones deben presentar propuestas «concretas, viables, realistas y factibles». Tras una primera toma de contactos con Sumar, PP y EH Bildu por el Gobierno Vasco, ha dicho que ahora toca cuantificar los planteamientos que han realizado, ver «si llegan a ser propuestas o brindis al sol» y analizar si «son factibles y en qué medida se pueden abordar».

«Desde luego, la ambición y el objetivo es acordar, pero se puede acordar con quien hace propuestas para mejorar, para determinar partidas concretas y no con quien hace discursos genéricos, más bien filosóficos o teóricos, pero que no se concretan en las cuestiones del día a día de la gente», ha advertido.

A su juicio, son «discursos genéricos» los de aquellos que hablan de que «piden un cambio de rumbo a unas políticas de un país que tiene uno de los mejores datos de empleo, los mejores salarios medios, que es uno de los países más industrializados de la UE, que tiene de los mejores servicios públicos, una de las mejores sanidades públicas --con problemas porque los tenemos--».

Por ello, ha dicho que será «mucho más fácil acordar» si los planteamientos se centran en «dar soluciones a los problemas concretos» que se han detectado. En alusión a EH Bildu, ha dicho que la propuesta de 350 millones de euros que ha planteado «parece mucho» si se compara con lo que ha reclamado en Navarra.

Negociación fiscal

En cuanto a la negociación sobre la reforma fiscal pactada por el PNV y PSE-EE, ha señalado que, «cuando uno busca acordar, no pide un cambio de rumbo, no pide un giro de 180 grados en la dirección de las políticas, y no acusa de políticas neoliberales y fracasadas a aquel con quien, en teoría, está buscando alcanzar un acuerdo».

«A mí tampoco me parecería ningún drama aplicar políticas continuistas en uno de los países que tiene uno de los mejores salarios medios de la Unión Europea, uno de los mejores datos de empleo y uno de los mejores servicios públicos», ha añadido.

A su juicio, Euskadi no está en una situación de «cambiar 180 grados o cambiar completamente la dirección de las políticas de un país», sino que necesita «mejorar políticas concretas que aborden problemas concretos».

Joseba Díez Antxustegi ha explicado que jeltzales y socialistas han hecho una propuesta fiscal «que va dirigida a dar respuestas concretas a los problemas detectados». «Hemos detectado que las personas jóvenes tienen dificultad para acceder a la vivienda, y hemos decidido que la fiscalidad no solo es un elemento de recaudación, que la fiscalidad es también un elemento incentivador de determinadas políticas», ha manifestado.

En su opinión, se trata de «medidas humildes dirigidas a solucionar problemas concretos». «Cuando abordamos otro tipo de cuestiones, como la transición energética, la conciliación familiar, son medidas desde la fiscalidad que pretenden influir, y aquí sí que hay un choque de modelos. Hay quien cree que la fiscalidad es solo un elemento de recaudación y el PNV no lo cree», ha insistido.

Para los jeltzales, «la fiscalidad es un elemento de recaudación para sostener las políticas públicas a través de una recaudación y de obtener unos medios económicos para sostenerlas, pero es también un elemento incentivador para poder hacer políticas».

Según ha explicado, la propuesta de PNV y PSE-EE se tendrá que negociar con otros grupos, que «tendrán que decir qué es lo que no les gusta» de ella. «¿No les gusta favorecer el acceso a la vivienda de los jóvenes, no les gusta favorecer la conciliación familiar, no les gusta poner facilidades para que las empresas aborden la transición energética y la descarbonización?. Que nos digan qué no les gusta y empezamos a hablar», ha manifestado.

Joseba Díez Antxustegi ha vuelto a cuestionar: «¿tan mal está Euskadi que tenemos que cambiarlo todo?. Tenemos problemas, ¿pero de verdad la situación del país es catastrofista?». «Es que, quien pide un cambio de 180 grados, lo que está diciendo es que la situación en Euskadi es un desastre. Y yo lo siento mucho, pero me niego a pensar que la situación en Euskadi es un desastre. Euskadi tiene problemas y necesita políticos y políticas valientes que apuesten y que pongan encima de la mesa propuestas concretas para resolver esos problemas», ha precisado.

Tras subrayar que ha habido récord de recaudación en Euskadi porque la economía ha crecido, ha negado que, tal como asegura el PP, haya sido porque se suben los impuestos y se «mete la mano en el bolsillo a los ciudadanos».

«Si conseguimos que en Euskadi trabaje más gente, que la industria esté potente, que la industria paga buenos salarios, que tengamos buenos servicios públicos, vamos a tener más recaudación y lo vamos a hacer, como lo hemos hecho hasta ahora, sin subir los impuestos a la gente, sobre todo a las clases medias y trabajadoras de este país, que son las que realmente están aportando a las arcas», ha remarcado.

Preguntado con qué partido cree posible pactar la reforma fiscal, ha dicho que «el quién es muy de políticos», pero «a la gente que está en su casa no le importa el quién, sino el qué y el para qué».

«Veremos con quién lo hacemos pero, sobre todo, eso llegará después de ver qué hacemos y para qué lo hacemos. Lo vamos a hacer para favorecer el acceso de las personas jóvenes a la vivienda, para favorecer la transición energética y la descarbonización, y la conciliación familiar», ha remarcado.

Por ello, ha dicho que acordarán con el partido que «esté más cerca de esa posición y con quien se aleje de posiciones dogmáticas y maximalistas, y se acerque a las que le interesa a la gente en su casa».

Las preferencias de andueza

Sobre las preferencias del secretario general del PSE-EE, Eneko Andueza, que dijo ver más factible un acuerdo fiscal con los partidos de izquierdas, y en concreto con EH Bildu, el portavoz parlamentario del PNV ha dicho que «a lo mejor es la principal diferencia» que ambas formaciones pueden tener, que hay quien llega a las negociaciones pensando con quién va a negociar, y hay otros«, como los jelztales, que »llegan pensando en qué es lo que quieren conseguir".

En cuanto a los diferentes territorios históricos, Díez Antxustegi cree, además, que hay que ser «capaces de combinar bien dos factores: uno es la armonización, que los cambios en la fiscalía tienen que ir armonizados, pero hay que ser conscientes de que armonización no es sinónimo de uniformidad».

«Tenemos un sistema institucional en este país que nos lo tenemos que creer y respetar», ha subrayado, para destacar que corresponde a las Juntas Generales decidir sobre esta cuestión.

A su juicio, el sistema institucional vasco no se puede utilizar «como escudo o fraude», por lo que en cada territorio las Juntas Generales tendrán que aprobar la reforma que consideren. En todo caso, su posición es la armonización, pero también «el respeto a las competencias de cada territorio histórico».

Lo más visto