La Unió Llauradora i Ramadera calcula, en una primera estimación inicial, las pérdidas para el sector agrario por los efectos de la DANA que ha asolado a algunas comarcas de la Comunitat Valenciana en una cifra provisional que se acerca a los 816 millones de euros. Los daños son tanto estructurales como por impacto directo en cultivos y granjas.
En el primero de los casos, puede haber afectadas unas 172.000 hectáreas con mayor o menor intensidad, y en el segundo de cultivos serían unas 50.000 hectáreas, según ha informado la organización agraria en un comunicado. Los cultivos con mayor afección son los cítricos, caquis y las hortalizas, viveros y plantas ornamentales y en menor medida el viñedo, donde puede haber unas pérdidas superiores a los 300 millones de euros.
Otros cultivos como los almendros ya estaban recolectados y en otros aún no se había iniciado su siembra como son los cereales y otros herbáceos. En las hectáreas de cultivo habrá que comprobar la posible incidencia en las plantas y árboles de la asfixia radicular de las zonas inundadas y de la capacidad de drenaje de los campos, a la hora de una valoración más exhaustiva de los daños.
Según La Unió, las principales pérdidas de esta DANA son estructurales y se centran en las infraestructuras, en limpieza o en empleo de fungicidas, con una cifra provisional de más de 511 millones de euros. Hay daños tanto en bienes comunales como en los particulares de las parcelas de cultivo. Se observan destrozos en caminos y márgenes, infraestructuras de riego, márgenes y muros de contención en bancales, rotura de acequias, casetas de aperos, maquinaria, invernaderos, aterramiento en campos y caminos; además de arrastres con pérdida de plantaciones.
Las comarcas más afectadas por este temporal histórico son la Ribera Alta, Camp de Túria, l'Horta Sud, Utiel-Requena, la Hoya de Buñol, la Serranía, el Rincón de Ademuz, la Ribera Baixa, l'Horta Nord (pedanías sur València y Paterna) y la Safor, por lo que se refiere a la provincia de Valencia, y el Baix Maestrat en la de Castellón. Las tres primeras son sin duda las más dañadas.
En cuanto a las explotaciones ganaderas se estima que han muerto cerca de 9.000 animales, además de la desaparición de numerosas colmenas de apicultores por inundación y arrastre de estas. Las pérdidas cuantificadas por La Unió en todo este apartado ganadero son de más de cuatro millones de euros.
Las lluvias e inundaciones han afectado a numerosas explotaciones agrarias y ganaderas, sobre todo, en aquellas zonas donde han sido torrenciales con mucha intensidad en poco tiempo, provocando daños en infraestructuras y arrastres, así como perjudicado directamente a cultivos con campos que además se encuentran todavía inundados.
La organización sostiene que esta Dana, en forma de lluvias intensas, pedrisco y fuertes vientos acompañados de varios tornados en algunos casos, «es el fenómeno meteorológico más destructivo para el agro valenciano y en toda España desde que hay registros».
Por ello, La Unió confía en que las distintas Administraciones «estén a la altura de la magnitud del desastre y den un respaldo económico suficiente para los agricultores y ganaderos de la Comunitat Valenciana afectados puedan ver así compensadas en parte los daños».
Medidas propuestas
La organización ha presentado un amplio paquete de medidas urgentes compensatorias a la Conselleria y Ministerio de Agricultura, entre las que se contempla, entre otras, la necesidad de ayudas directas, medidas fiscales y laborales y de reparación como ayuda directa que cubra las necesidades urgentes de las explotaciones agrícolas y ganaderas afectadas, como la limpieza de explotaciones, primeros gastos de recuperación de cultivos y adquisición de utensilios y maquinaria agraria de menor escala.
Asimismo, pide el establecimiento «de manera inmediata», por parte de la Generalitat, de las bases reguladoras para disponer de ayudas con fondos propios destinadas a los titulares de explotaciones agrícolas y ganaderas que se hayan visto afectadas; a la Conselleria de Agricultura, que inicie las gestiones ante el Ministerio para que se publique una convocatoria extraordinaria y específica de ayuda del Plan Renove de maquinaria agraria, con dotación presupuestaria suficiente para cubrir todas las necesidades, de resolución urgente, y con consideración a las peculiaridades del siniestro, incluyendo la posible pérdida de documentación.
De igual modo considera que la Conselleria debe poner a disposición de los agricultores afectados que han perdido la maquinaria agraria un servicio de trabajos agrarios para apoyarles en las tareas de recuperación de cultivos y tierras; la aplicación de la causa de fuerza mayor para flexibilizar las exigencias del estado vegetativo en determinados cultivos, asegurando la percepción de las ayudas de la PAC y para las explotaciones con póliza de seguro agraria en vigor que no llegan al 70% de subvención, que la Generalitat, con fondos propios y como permite la normativa, aporte la ayuda necesaria para cubrir hasta este porcentaje del coste de las pólizas.
Entre otras peticiones, reclama la condonación del Impuesto de Bienes inmuebles (IBI) en los bienes afectados por la actividad agraria y compensación de la pérdida de ingresos de los ayuntamientos a través de los Presupuestos Generales del Estado; bonificación del 75% de las cuotas de la Seguridad Social y aplazamiento del otro 25% durante 12 meses para trabajadores del Sistema Especial para Trabajadores por Cuenta Propia Agrarios en el Régimen Especial de la Seguridad Social; reparación urgente de infraestructuras agrarias para facilitar el acceso a explotaciones o exención de franquicias en los seguros agrarios para los daños extraordinarios causados por la DANA en las zonas afectadas.
En cuanto a las explotaciones ganaderas afectadas, aparte de las medidas y ayudas genéricas, desde La Unió proponen el suministro de pienso, alimentación suplementaria para las abejas y agua potable para las explotaciones afectadas donde se haya visto comprometido el suministro alimentario o la calidad del agua para el ganado; poner a disposición vehículos y personal para recolocar temporalmente los animales o colmenas en zonas no afectadas; equipar y movilizar unidades veterinarias de emergencia o subvencionar programas de vacunación y desparasitación específicos para evitar brotes de enfermedades comunes.