El biólogo del Departamento de Ingeniería Hidráulica y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València (UPV) Miguel Rodilla Alamá ha instado a comenzar los trabajos de restauración medioambiental tras la catastrófica DANA por l'Albufera a causa de la pérdida de profundidad.
Además, ha advertido que los líquidos contaminantes derivados de los vehículos y las fábricas son los elementos «más graves», aunque «no son perceptibles».
El experto, en declaraciones a Europa Press, ha hecho hincapié en que se deben comenzar las tareas de restauración «en cuanto se pueda», al tiempo que ha aseverado que los bancales agrícolas destruidos por la corriente del agua disminuyen el tamaño de l'Albufera: «El principal problema de l'Albufera es que ahora es más pequeña», ha alertado.
En cuanto al orden de retirada de los residuos vertidos tanto en el mar como en la laguna, Rodilla Alamá ha incidido en que se debería comenzar «lo antes posible» por los troncos y pinos grandes y por los combustibles derivados de los vehículos. Concretamente, ha asegurado que los troncos son «una gran problema» para la navegación, por posibles colisiones de los barcos con estos. «Pueden conllevar daños fatales», ha avisado.
En la misma línea, ha subrayado la conveniencia de retirar «cuanto antes» los combustibles, lubricantes, materiales industriales, productos de limpieza y químicos porque son los «más graves» para el agua. «No los vemos y no somos conscientes de ellos, aunque son elementos fundamentales y difíciles de cuantificar», ha apuntado.
El experto ha agregado que, en segundo lugar, también hay que retirar los plásticos arrastrados por el agua. En este sentido, tanto las basuras como los enseres de los hogares destruidos por la DANA también generan «efectos negativos» en el mar y en l'Albufera, aunque «de menor impacto».
Rodilla Alamá ha indicado que las ramas pequeñas y cañas «no son negativas», sino que mantenerlas es «hasta positivo» a causa de la época del año. Así, ha explicado que retirarlas es «solamente una cuestión estética».
En cuanto al peligro de posibles colisiones de los barcos, ha justificado que, al ser tan pequeñas, no tienen consecuencias. Rodilla Alamá ha explicado que sí entiende que los Ayuntamientos opten por retirarlas por el valor de las playas valencianas.
Aporte de lodo
Rodilla Alamá ha comentado que l'Albufera ha sufrido un «gran aporte» de lodo, por lo que el humedal es «cada vez menos profundo», ya que el fango contribuye a hacerlo más pequeño. Además, ha remarcado que «todo lo que ha entrado» ha sido el suelo de las montañas y pueblos afectados y cercanos al barranco del Poio, además de los vehículos.
En concreto, ha incidido en que en las localidades valencianas de Sot de Chera, Utiel y Requena se han perdido «muchos bancales agrícolas» que son «prácticamente irrecuperables». «Este fango que ha llegado era el suelo agrícola de los bancales», ha añadido.
A todo esto se suma la cantidad de vehículos afectados en las localidades cercanas al barranco del Poio, que ahora se encuentran en l'Albufera. Asimismo, esto supone que han aumentado los niveles de contaminación. Por la localización del barranco del Poio, Rodilla Alamá ha aseverado que en l'Albufera hay «muchos combustibles y vertidos» de los vehículos.
El experto también ha explicado que ahora es «difícil» cuantificar el aumento «real» de materiales contaminantes. Además, ha indicado que, a largo plazo, no se van a generar «grandes problemas» porque el sistema es «capaz de soportarlo».
Tres puntos diferentes
El biólogo puntualiza que los residuos han llegado al mar por tres puntos diferentes: por el cauce del Río Turia; a l'Albufera a través del barranco del Poyo; y, por último, por el Río Júcar, que se ha visto perjudicado por el Río Magro.
Además, ha esgrimido que, desde el Puerto de València hasta la playa de Oliva, el agua está afectada por «todo tipo de materiales» por las consecuencias de la DANA.
Ha detallado que hay desde troncos hasta cuerpos de los fallecidos por la DANA. «Los cuerpos fallecidos encontrados, tanto de humanos como de animales, se deben retirar rápidamente simplemente por un problema de salubridad», ha manifestado.
Finalmente, ha puntualizado que ahora «han entrado muchos residuos en muy poco tiempo», pero que «habrían acabado llegando al mar en unos años». Así, ha instado a no abandonar las tareas de limpieza de los barrancos por futuros fenómenos como este.