Un 38% de los catalanes ha fijado como prioridad la construcción de vivienda nueva como medida política para abordar el problema de la vivienda, y un 23% apuesta por la regulación del alquiler.
Es una de las conclusiones que arroja la encuesta Ómnibus de la Generalitat que ha publicado este miércoles el Centre d'Estudis d'Opinió (CEO), que refleja que el 21% apuesta por la subvención a la rehabilitación y un 18% defiende la limitación de la vivienda de uso turístico.
El 29% de los encuestados son propietarios de la vivienda en la que viven y el 27% también lo son, pero aún están pagando la hipoteca, mientras que el 34% vive de alquiler, un 4% en una vivienda heredada o donada, y un 5% en una de uso cedido.
Por simpatía a las diferentes organizaciones políticas, en general la mayoría de los encuestados viven en pisos de propiedad ya pagados o con hipoteca, y los que más viven en pisos de alquiler son los simpatizantes de Vox, PP y PSC.
Los participantes en la encuesta que más viven en casas en propiedad son los simpatizantes de Junts, Aliança Catalana, mientras que los de la CUP son los que más han heredado o tienen uso cedido de la vivienda.
Machismo y xenofobia
En grado de preocupación por temas de actualidad, el 83% de los encuestados ha expresado «mucha preocupación» por la violencia machista; la preocupación media por la brecha salarial entre mujeres y hombres es del 72%, y por la discriminación y agresiones al colectivo LGTBIQ+ y la xenofobia y el racismo es del 75% y el 77%, respectivamente.
Asimismo, 1 de cada 2 encuestados cree que es necesario destinar más recursos para paliar la brecha salarial, la xenofobia, el racismo y la discriminación y agresiones al colectivo LGTBIQ+.