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El Summa 112 activa el Código Ictus en más de 1.900 ocasiones este año, casi un 6,7% más

En la Comunidad de Madrid, 10.253 ciudadanos fueron atendidos por esta causa

Archivo - Helicóptero del Summa 112 de la Comunidad de Madrid. | EMERGENCIAS 112 COMUNIDAD DE MADRID - Archivo

| Madrid |

El Servicio de Urgencia Médica (Summa 112) de la Comunidad de Madrid ha activado el Código Ictus en 1.906 ocasiones a lo largo de este año, un 6,7% más que en el mismo periodo de 2023, en la que se completó en 1.780 ocasiones.

Con motivo de la conmemoración, como cada 29 de octubre, del Día Mundial del Ictus, el servicio de Urgencia Médica autonómico recuerda que esta es una de las enfermedades más prevalentes dentro de las conocidas como tiempodependientes, es decir, en la que es fundamental la rápida reacción sanitaria.

«El ictus es una enfermedad que sufriremos una de cada seis personas a lo largo de nuestra vida. En la Comunidad de Madrid, 10.253 ciudadanos fueron atendidos por esta causa. Es una enfermedad tiempodependiente, lo que significa que tenemos que ser rápidos en detectarla e iniciar el tratamiento para evitar secuelas», ha resaltado la directora general asistencial, Almudena Quintana.

Este protocolo asistencial del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) para la coordinación y respuesta es uno de los cinco con los que cuenta la sanidad pública madrileña, junto con los de infarto, trauma grave, sepsis y donaciones de órganos a corazón parado.

Además del Summa 112, en él participan Atención Primaria (AP) y los 13 hospitales públicos de la región de referencia y altamente preparados por contar con unidad específica para el tratamiento de este tipo de accidente cerebrovascular.

En concreto, se trata del 12 de Octubre, Clínico San Carlos, Fundación Jiménez Díaz, Gregorio Marañón, La Paz, La Princesa, y Ramón y Cajal, en la capital; Fundación Alcorcón; Getafe; Príncipe de Asturias, en Alcalá de Henares; Puerta de Hierro Majadahonda; Rey Juan Carlos, en Móstoles; y Torrejón, en Torrejón de Ardoz. Todos ellos están de guardia 24 horas los siete días de la semana.

En este procedimiento, los sanitarios del Summa 112 llevan a cabo la valoración in situ y el posterior traslado del paciente mediante sus recursos móviles. Todo ello bajo la coordinación del Centro Coordinador de Urgencias y Emergencias, que además de recabar toda la información proporcionada por los profesionales sanitarios que están con el afectado, informan al hospital de la próxima llegada del enfermo y su estado clínico.

Esto último garantiza que, una vez allí, reciba desde el principio cuidados por parte de los equipos de Urgencias y Neurología del complejo para comenzar el tratamiento de manera inmediata.

Llamar al 112 ante cualquier síntoma

El Código Ictus es el que proporciona más actividad año tras año. De ahí que resulte esencial reconocer de forma precoz estos episodios y llamar de manera inmediata, al teléfono público y gratuito 112, ante cualquier sospecha o aparición de uno sólo de estos síntomas: dificultad para hablar o entender; sonrisa caída hacia un lado; o pérdida de fuerza en un brazo o en una pierna. Nunca hay que esperar a que remitan ni acudir directamente al hospital.

El Plan de Atención a Pacientes de Ictus de la sanidad pública madrileña incluye también el papel de las unidades de rehabilitación y recuperación hospitalaria, las de daño cerebral adquirido y los centros monográficos de neurorehabilitación.

Por su parte, Atención Primaria juega un rol destacado ya que, tras el alta médica, el seguimiento más estrecho de cada caso se realiza en los centros de salud.

Tipos de ictus

Este tipo de accidente cerebrovascular es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda a nivel global y la principal discapacidad adquirida en adultos. Existen dos tipos, que se distinguen a través de un TAC: el isquémico, que se provoca por la obstrucción de uno de los vasos sanguíneos del cerebro; y el hemorrágico, que surge por la rotura del mismo.

En ambos casos, se produce falta de riego en este órgano y el afectado debe ser atendido de la manera más rápida posible para reducir su mortalidad y evitar o reducir en la medida de lo posible las secuelas posteriores. La variedad del episodio marcará la terapia a aplicar.

Las posibilidades de sufrir un ictus pueden reducirse en gran medida con la mejora de los hábitos de vida, realizando una vida más activa y llevando una dieta equilibrada y saludable alejada de hábitos tóxicos. Además, se recomienda evitar el consumo de tabaco y grasas saturadas, así como el sedentarismo, controlando la presión arterial y evitando el estrés.

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