El 74% de las vascas de entre 14 y 29 años considera que la violencia machista es un problema social de primera magnitud, mientras que en el caso de los chicos de esa misma franja de edad, apenas un 50% lo consideran como tal, según un informe del Ararteko.
Este estudio, titulado 'Actitudes machistas entre la población adolescente y joven de Euskadi', ha sido presentado este martes en el Parlamento vasco por el equipo del Ararteko, encabezado por el responsable de esta institución, Manuel Lezertua.
El informe constata que entre los jóvenes se reproducen buena parte de los estereotipos y los roles de género que existen entre la población de otras franjas de edad.
De esa forma, el 50% de los chicos piensa que las chicas son más capaces de dar cariño, mientras que en el reparto de las tareas de hogar, se constata que las chicas dedican 60 minutos más de media al día a estas labores que los chicos. Esta diferencia, además, se acrecenta a partir del momento de la maternidad, «entendiéndose que la mujer es la que tiene que llevar a cabo las tareas de cuidado», según apunta el Ararteko.
A su vez, la imagen de los jóvenes está hipersexualizada e hipererotizada en medios y redes sociales, y la presión hacia los chicos jóvenes es superior en relación con cuestiones como el éxito, el poder y la conquista.
La principal fuente de información para la juventud vasca sobre el sexo --entre el 48% y el 50%--es internet, seguido de cerca por las amistades y a cierta distancia, por el profesorado. Las chicas recurren más a las amistades y los chicos, a internet, mientras que las familias en este campo siguen ocupando un papel secundario.
Acceso a la pornografía
El Ararteko indica, además, que los jóvenes acceden a la pornografía «a edades cada vez más tempranas». El estudio indica que este primer contacto con la pornografía se produce a una edad media de 12 años y medio, y que los chicos jóvenes consumen un 20% más del contenido pornográfica que las chicas.
El informe del Defensor del Pueblo vasco-Ararteko indica que las personas jóvenes reconocen que la violencia machista es un problema social de primera magnitud. Sin embargo, las diferencias por sexo son muy significativas, puesto que mientras que el 74% de las chicas consideran que, efectivamente, se trata de un problema social de primera magnitud, los chicos que lo califican como tal no llegan al 50%.
Además, no a todas las formas de violencia contra las mujeres se les atribuye la misma importancia, y algunas de ellas «tienden a trivializarse o se considera que son inevitables, inherentes a las relaciones entre chicos y chicas». En este sentido, el intenso uso que hacen las personas jóvenes de las redes sociales y de internet les hace especialmente vulnerables a esta forma de violencia machista.
El informe incluye un apartado de recomendaciones dirigido a las instituciones públicas, a las que se aconseja «resignificar el valor del feminismo como beneficioso para todas las personas»; y a poner «mayor énfasis» en el cuestionamiento de los estereotipos sexistas.
Contra la "banalización"
Asimismo, se recomienda «actuar en espacios fuera de la educación reglada», como los espacios de ocio, de tiempo libre y deporte. El Ararteko aconseja educar y difundir mensajes «que cuestionen la banalización de la violencia machista y su vinculación con el machismo y la desigualdad», así como reforzar la lucha contra la violencia machista que se ejerce en las redes sociales.
Otra recomendación es educar desde edades tempranas, en el ámbito familiar y escolar, en la sexualidad humana y la ética de las relaciones igualitarias. Esta educación, a juicio del Ararteko, debe incluirse dentro del currículo reglado, «superando la educación puramente biologicista y transmitiendo valores éticos».