La Audiencia Provincial ha impuesto diez años de prisión a un hombre acusado de patronear una patera con 14 migrantes desde el norte de África hasta las costas de Almería en la que además se hallaron 6.000 pastillas de MDMA o éxtasis que, valoradas en más de 82.000 euros, iban a ser destinadas a su venta en el mercado ilícito.
El acusado aceptó los hechos y reconoció haber cometido un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, otro contra la salud pública y un tercero de desobediencia, ya que emprendió la huida al ser divisado por la Guardia Civil, que advirtió la presencia de la infraembarcación. Por este último delito se le impone adicionalmente una multa de tres euros diarios durante seis meses.
La sentencia, consultada por Europa Press, da por probado que sobre el 19 de diciembre de 2022 el acusado, quien era conocido por varios nombres, trató de favorecer la entrada irregular en España de varias personas con «la intención de enriquecerse», para lo que condujo una patera desde las costas de África hasta aguas de Almería.
Así, pese a carecer de pericia y capacitación técnica o práctica suficiente para navegar en alta mar, patroneó la embarcación de nueve metros de eslora equipada con un motor fueraborda durante todo el trayecto una vez cobró a cada uno de los ocupantes cierta cantidad de dinero por el pasaje.
Sobre las 5,10 horas de la madrugada siguiente, la patera fue interceptada por el Servicio Marítimo de la Guardia Civil a unas siete millas náuticas del faro de Cabo de Gata, por lo que los agentes hicieron señales acústicas y luminosas para que la patera detuviera la marcha.
Pese a ello, el acusado «trató de huir» del lugar «con total desprecio a las funciones de los agentes» y el consiguiente riesgo para los ocupantes de la patera, lo que dio lugar a una persecución que duró «varios minutos» en la que el acusado «aumentó la velocidad, realizó maniobras evasivas y giros» con el objetivo de escapar de la Guardia Civil.
Al verse acorralado, el acusado finalmente detuvo al embarcación y trató de esconderse entre los ocupantes de la misma y las garrafas de gasolina que portaban, lo que añadió un riesgo adicional al viaje ante el peligro de deflagración.
Durante la inspección de la patera fueron encontradas en un cajón existente bajo la consola de mando un paquete con 6.000 comprimidos de MDMA, las cuales iba a destinar a la venta una vez que se encontrase en territorio español, según recoge la sentencia fechada el pasado 23 de mayo. Los más de dos kilos de pastillas de éxtasis estaban valorados en unos 82.872 euros.