La Policía Nacional ha detenido a una mujer que presuntamente se ofreció para hacer de intermediaria entre el comprador de una vivienda y la inmobiliaria con el fin de ponerla a su nombre, aprovechando que la víctima residía fuera de España, a quien amenazó con denunciar por violencia de género si denunciaba lo ocurrido, a pesar de que nunca habían tenido ninguna relación sentimental, según ha informado Jefatura en un comunicado.
El origen de los hechos se remonta al año 2023, cuando la inquilina de una vivienda que tenía la víctima en la ciudad de València se negó a pagarle el alquiler con diversas excusas.
En vista de ello, el arrendador, como estaba interesado en vender la vivienda y adquirir una casa en Alicante, propuso a su inquilina que buscase una vivienda económica en dicha ciudad para comprarla y que fuera más barata que la de València, ofreciéndole la posibilidad de que se fuera a vivir a esta nueva vivienda y desocupara la de València, bajándole el precio del alquiler para que pudiera hacer frente al pago.
La inquilina aceptó la oferta de su casero y localizó un inmueble situado en Alicante, el cual fue del agrado del comprador, e inició los trámites de compra-venta con la inmobiliaria.
La inquilina se ofreció a hacer de intermediaria dado que el comprador, de nacionalidad argelina, residía fuera de España y, además, no conocía el idioma castellano. Según parece, la víctima y su inquilina se personaron en la inmobiliaria, donde la mujer llevó el peso de la negociación en todo momento, llegando a manifestar incluso que ambos eran pareja y que la vivienda la compraban para vivir juntos. El comprador ignoraba estas afirmaciones debido a su barrera idiomática.
Días después, fueron nuevamente a las oficinas de la inmobiliaria y ambos formalizaron la reserva, en la que figuraba la inquilina como titular de la misma, algo que 'a priori' no le resultó extraño al comprador.
Seguidamente, la inquilina aprovechó que su casero se marchó a su país para personarse otra vez en la inmobiliaria y solicitar las llaves de la vivienda reservada con la excusa de ir haciendo la mudanza.
Posteriormente, sobre el mes de mayo, la inmobiliaria recibió la transferencia que hizo el comprador desde su país por el total de la compra-venta, se iniciaron los trámites notariales y la inquilina consiguió figurar como compradora única del inmueble en la escritura pública de adquisición.
Cuando la víctima fue conocedor del entuerto y de que había sido víctima de una estafa, manifestó a su inquilina la intención de denunciar lo ocurrido, si bien ella le dijo que le demandaría por un delito de violencia de género. Le amenazó con que este tipo de delitos en España estaban muy penados, hecho que llegó incluso a materializar.
Finalmente, la víctima decidió denunciar los hechos, de los que se hizo cargo los agentes de Policía Judicial de la Comisaría Provincial de Alicante, quienes consiguieron detener a la investigada como presunta autora de los delitos de estafa y coacciones, quien ya tenía antecedentes previos relacionados con hechos de similares características, incluso alguno de ellos relacionado con la usurpación de bienes inmuebles.
Tras la detención de la presunta autora de los hechos, una mujer de nacionalidad argelina y de 26 años, la causa fue puesta a disposición de los juzgados de instrucción de la misma localidad donde fue arrestada.