La rectora de la Universidad San Jorge (USJ) ha destacado los 20 años de andadura «que hacen de la USJ y del Grupo San Valero un activo al servicio de Aragón», que es «la base sobre la que cimentar los proyectos y retos futuros», y ha avanzado que esta universidad privada «estará siempre a la vanguardia de la educación superior».
Así lo ha manifestado Carrascal en el acto solemne de apertura del curso 2024-2025, en la que se han investido a los nuevos doctores, ha informado la USJ.
De este modo, la rectora ha asegurado que la USJ trabajará por «la mejora continua de la calidad de la formación a través de nuevas metodologías de enseñanza, el desarrollo del potencial individual de cada estudiante, situándolo en el centro de la experiencia de aprendizaje, así como la formación de grandes profesionales »con valores íntegros capaces de hacer un mundo más justo".
Por su parte, la consejera de Empleo, Ciencia y Universidades del Gobierno de Aragón, Claudia Pérez Forniés, ha declarado que «la institución ha demostrado un compromiso inquebrantable con la excelencia educativa, no sólo formando profesionales de alto nivel, sino también contribuyendo de manera sustancial a la sociedad del conocimiento».
Este progreso, ha destacado, es reflejo de «su dedicación a la innovación, la investigación y la formación integral» y consolida a la USJ «como un pilar fundamental del panorama educativo aragonés».
El presidente del Grupo San Valero, Pedro Baringo, ha mencionado tanto a las personas que apostaron por la Universidad en sus inicios como a todas las que han formado parte de su historia. «Nuestra responsabilidad es mejorar y transmitir su legado, valores e ideales, siempre pensando en los alumnos, ya que este proyecto sólo tiene sentido pensando por y para ellos», ha afirmado.
Para concluir el acto, el arzobispo de Zaragoza y gran canciller de la USJ, Carlos Escribano, ha manifestado que los actuales cambios sociales, tecnológicos y políticos «reclaman una educación de calidad que capacite para el empleo y forje personas íntegras capaces de llevar los avances técnicos hacia un verdadero desarrollo humano integral».
En este sentido, ha asegurado que la USJ «tiene grabado en su ADN el valor de la educación, de la investigación y del conocimiento al servicio de la sociedad».
Nuevos doctores y lección inaugural
Durante la ceremonia, se han investido a los nuevos doctores de la USJ en el programa de doctorado de Ciencias de la Salud. Alberto Roso, Julia Concha, Juan Antonio Sáez y Patricia Jovellar han recibido el birrete, la medalla y los guantes de manos de la rectora. Los nuevos doctores Jorge Sánchez y Pablo Bellosta no han podido asistir al acto. Lección inaugural sobre IA y experiencia de usuario
La lección inaugural impartida por el Doctor Jorge Echeverría ha analizado los retos y oportunidades que generan la inteligencia artificial (IA) y la experiencia del usuario (UX), dos áreas que «han seguido caminos paralelos, influenciándose mutuamente».
Esta nueva realidad, sin embargo, tiene limitaciones, como la creatividad y la empatía, dos aspectos fundamentales del UX que la IA no puede replicar. También, el desafío que supone encontrar el nivel adecuado de características antropomórficas que debería tener un sistema basado en IA, ya que, «si no tienen características humanas, pueden generar problemas para la interacción, pero si son demasiado parecidos a los humanos, los usuarios podrían formar vínculos emocionales».
Así pues, «en el diseño de productos desde los ámbitos de la IA y la UX cobran especial relevancia los aspectos éticos», ha explicado Jorge Echeverría, quien ha definido el diseño de UX ético como «la práctica de crear experiencias de usuario que no solo sean efectivas y agradables, sino también justas, inclusivas y responsables desde el punto de vista social y moral».
Para ello, ha destacado que es «necesaria» la colaboración «entre gobiernos, empresas, academia y sociedad civil» para crear «marcos éticos y regulatorios efectivos para el correcto uso de la Inteligencia Artificial».
En este sentido, ha subrayado el papel de las universidades, que «no solo deben impartir conocimientos técnicos», sino también "inspirar a los estudiantes a cuestionar y reflexionar sobre el impacto de sus decisiones de diseño en la sociedad, promoviendo prácticas que prioricen la transparencia, la equidad y el bienestar