El Consell ha acordado la venta directa a la Universitat Politècnica de València (UPV) del inmueble propiedad de la Generalitat en la ciudad de València conocido como la Casa de los Caramelos por 3,1 millones de euros, en virtud de la Ley de Patrimonio de la Generalitat.
El inmueble está ubicado en las calles del Conde Trénor número 7 y del Muro de Santa número 6 de la capital y ocupa una superficie total de 433 m2. Se trata de uno de los inmuebles que el Consell había incluido en su relación de activos a enajenar a corto plazo, lo que le permite «avanzar» en su compromiso de «optimizar el patrimonio público» con la venta de espacios en desuso.
Por su parte, la compra de este activo permite a la UPV «asegurar su crecimiento en el corto y medio plazo» para continuar desarrollando sus actividades docentes, investigadoras y de transferencia de conocimiento a la sociedad.
La venta de este activo, han subrayado desde el Consell, pone de relieve la «gestión eficiente» de los recursos públicos como vía de captación de ingresos para la Generalitat. En este contexto, el presupuesto de ingresos para 2024 incluye una previsión de 74,9 millones de euros en enajenación de inversiones reales.
En este sentido, resulta «especialmente significativo» en el caso de inmuebles como el de la Casa de los Caramelos, a los que la Generalitat no daba «ningún uso» y suponía un «gasto improductivo» para la Administración autonómica.
Previamente a la aprobación de la compra, la UPV ha procedido a un análisis del inmueble basado en dos parámetros que fundamentan su adquisición: la conveniencia de la disposición de nuevos espacios para la universidad, incluyendo la potencial funcionalidad e idoneidad de la ubicación y la superficie edificada o por edificar; y la valoración económica de los inmuebles de acuerdo con el valor de mercado.
En el caso de la antigua Casa de los Caramelos se encuentra en el centro histórico de València y próximo a elementos monumentales, lo que lo dota de «alta visibilidad». Así, la UPV lo considera «idóneo» para sus funciones representativas, por lo que podrá dar cabida a espacios culturales y acoger eventos institucionales.
Preguntada por esta cuestión, la portavoz de Consell y consellera de Hacienda, Ruth Merino, ha considerado que esta operación resulta «mucho más ventajosa» para la Generalitat. «Eran todo gastos y ningún beneficio, estaba inutilizado y costado dinero», ha argumentado en la rueda de prensa posterior al pleno del Consell.