Las tres últimas campañas de aceituna de mesa, con cosechas por debajo de la media, están teniendo una gran repercusión en el mercado en la presente recolección, en la que la demanda es superior a la oferta, y las primeras partidas que se están comercializando están alcanzando «cotizaciones inéditas» en el conjunto del país.
En este sentido, los stocks tan bajos con los que se inicia la actual campaña (265.000 toneladas) fomentan la competencia entre las entamadoras de aceituna de mesa, que tienen que competir, además, con las almazaras --cooperativas y empresas productoras de aceite de oliva-- que necesitan también aceituna de nueva cosecha para molturar.
Esta ha sido una las conclusiones a las que han llegado los casi 200 olivareros de aceituna de mesa que asistieron este jueves en Espartinas a la edición número 42 de la Jornada de Aceituna de Mesa de Asaja-Sevilla, celebrada en la Hacienda El Vizir e inauguradas por la alcaldesa, Cristina Los Arcos, el subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano, y el presidente de Asaja-Sevilla, Ricardo Serra.
El responsable de la sectorial de aceituna de mesa de Asaja, José Pedro Guzmán, recalcó que las producciones españolas de aceituna de mesa de 2022 y 2023 estuvieron «muy por debajo de la media», con 414.000 y 407.000 toneladas; «y, desafortunadamente, el aforo de Asaja para la presente campaña apunta también a que la de 2024 será de nuevo una campaña corta, de poco más de 426.000 toneladas».
«Esta concatenación de hasta tres cosechas cortas consecutivas ha dejado los almacenes vacíos y ha incrementado la dependencia de la aceituna de terceros países, puesto que los envasadores españoles tienen que recurrir a las importaciones de aceituna foránea, a un precio con frecuencia más elevado que la nacional, para cumplir con sus compromisos comerciales».
Falta de mano de obra
En el encuentro se abordaron también otros asuntos de gran interés para el sector como «las dificultades» para encontrar mano de obra para la recolección o «el incremento de los robos como consecuencia de las elevadas cotizaciones de la aceituna de mesa».
De hecho, de todos los costes del cultivo, el de la mano de obra es el que «más pesa» en el reparto de las cargas, poda y recolección copan el 80% de los costes del cultivo.
Cesar Moreno, responsable del SAE, expuso la iniciativa que ha puesto en marcha este año el Servicio Andaluz de Empleo, en coordinación con Asaja, de cara al verdeo con una campaña específica de oferta y demanda de peones agrícolas para la recolección de aceituna de mesa, con el objetivo de «casar oferta y demanda» y, antes de tener que recurrir a trabajadores foráneos, «lograr que se cubra el máximo número de puestos de trabajo con los demandantes de empleo agrario que están dados de alta en el SAE».
Asimismo, en cuanto a los robos sufridos por el sector, el presidente de Asaja agradeció el trabajo que hace la Guardia Civil y destacó la «buena coordinación» con la Subdelegación y los ayuntamientos, «lo que esta permitiendo recuperar parte de la aceituna robada y, en cierta medida, disuadir a los ladrones, que ya no operan con una total impunidad».