Los sindicatos educativos han rechazado la imposición de la jornada partida en los colegios de nueva construcción de la Comunidad de Madrid anunciada este jueves por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, mientras que desde la Federación de la Comunidad de Madrid de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (FAPA) Francisco Giner de los Ríos han trasladado su apoyo a esta medida que, a su juicio, favorece la conciliación familiar y laboral y da prioridad «al interés superior del menor».
Después de que Díaz Ayuso realizara este anuncio durante su discurso en la Asamblea de Madrid, que este jueves ha acogido la primera sesión del Debate sobre el Estado de la Región, las organizaciones sindicales han reaccionado rechazando la medida, que para la Federación de Enseñanza de CC.OO Madrid se limita a un «anuncio efectista» para «alejar la atención de los déficit del inicio de curso», mientras que para CSIF supone «un nuevo ataque a la educación pública madrileña» y ANPE ha pedido «separar jornada educativa de asistencial».
Por su parte, la FAPA Giner de los Ríos ha subrayado su apoyo a aquellas políticas «que prioricen el interés superior del menor, la calidad educativa y la conciliación familiar», por lo que secunda la iniciativa anunciada por Díaz Ayuso.
La medida avanzada por la presidenta, que se pondrá en marcha a partir del curso 2025/26, forma parte de una serie de iniciativas orientadas a extender la jornada escolar con horario de mañana y tarde en estas etapas formativas.
Así, los nuevos centros que se construyan se convertirán en colegios públicos de Infantil, Primaria y 1º y 2º de Educación Secundaria Obligatoria (CEIPSO) y se unirán a la decena de centros de la región que ya ofrecen estas mismas etapas y cursos, con cuyas comunidades educativas se trabajará para que adopten también la jornada partida, ha explicado la líder del Ejecutivo autonómico.
Por su parte, la treintena de CEIPSO que imparten los cuatro cursos de la etapa completa de Secundaria y ya tengan jornada intensiva ofrecerá nuevas actividades con el objetivo de que los alumnos con mayores dificultades para encontrar alternativas en el horario de tarde puedan pasar más horas en su colegio.
Los que tienen jornada partida no podrán cambiarse
Además, la Consejería de Educación, Ciencia y Universidades va a dictar las instrucciones necesarias para que los colegios públicos que actualmente tienen jornada partida no puedan cambiar a horario intensivo desde el próximo curso 2025/26.
En este sentido, desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres sostienen que «más tiempo escolar y mejor distribuido contribuye positivamente al desarrollo integral de los estudiantes», tanto desde el punto de vista académico como «en términos de bienestar físico y emocional».
También sostiene que esta medida «favorecerá la calidad educativa, el bienestar de los hijos y la conciliación de las familias», por lo que confían en que estas iniciativas «ayuden a reducir el abandono escolar y a ofrecer una educación más equitativa y ajustada a las necesidades reales del alumnado».
Sin embargo, desde CC.OO Madrid advierten de que se trata «un nuevo engaño a las familias» y «un anzuelo para captar voluntades y apoyos», al tiempo que remarcan que se trata de una medida presentada sin detallar «ningún tipo de financiación» que acompañe estos cambios de jornada, «sobre todo esas actividades extraescolares complementarias que quiere realizar en horario de tarde».
Además, este sindicato se ha referido a la construcción de los nuevos CEIPSO en que será obligatoria esta jornada partida para precisar que «no hay ninguno planificado» y lamentar la falta de diálogo con los profesores, lo que considera «otro maltrato más a equipos docentes y directivos».
Anpe pide separar "jornada educativa" de "jornada asistencial"
También el sindicato ANPE Madrid ha rechazado el anuncio de Díaz Ayuso y señala como «imprescindible» que las administraciones «garanticen los servicios asistenciales para el cuidado de los menores», pero precisa que debe distinguirse entre esta «jornada asistencial» de la meramente educativa, además de «diferenciar las administraciones responsables de cada servicio y los profesionales que deben garantizarlos».
Para esta organización, la regulación de la jornada escolar de la Comunidad de Madrid «demuestra claramente la concepción que la Administración tiene de los profesores», ya que «permite que se les utilice para garantizar una conciliación familiar mal entendida», a costa, lamenta, «de los docentes y cualquier planteamiento pedagógico».
Más duro ha sido el sindicato CSIF Madrid, el cual ha prometido una «respuesta contundente y consensuada» al anuncio de la presidenta de la Comunidad, que concibe como «un nuevo ataque a la línea de flotación de la educación pública madrileña».
Para CSIF Madrid, el Gobierno regional evidencia «una vez más» su «desconocimiento» en materia educativa pública y lo acusa de pretender «cambiar las reglas del juego sin consultar a los docentes madrileños». «Es, sin duda, lo único que parece preocupar a nuestro Gobierno, que los alumnos permanezcan más tiempo en los centros aunque no suponga ninguna mejora en su rendimiento académico», abunda el comunicado.