La Guardia Urbana ha cifrado en 1.200 los manifestantes que han marchado este miércoles por la tarde por el centro de Barcelona convocados por Esquerra Independentista, mientras que la CUP ha dicho que habían acudido 6.000 personas.
En su discurso al terminar la manifestación, en la plaza Comercial del Born, los portavoces de Arran y del Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC), Ricard Munné y Júlia Portet, han avisado al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que no permitirán proyectos como el Hard Rock o la ampliación del Aeropuerto de Barcelona - El Prat: «Nos estamos rearmando, volveremos más fuertes».
«Señor Illa, bienvenido al infierno», ha dicho Munné, que ha señalado también que el independentismo ha tenido líderes que, a su juicio, no han estado suficientemente preparados y que no han confiado en la organización del la sociedad catalana.
Libertad "para todo el mundo"
Por su parte, la diputada de la CUP en el Parlament, Laure Vega, que también ha intervenido en el acto, ha reivindicado el catalanismo como parte de la clase obrera y ha dicho: «No venimos del 'procés', venimos de décadas y décadas de lucha».
Vega también se ha referido a los discursos de odio y ha apuntado: «No sirve de nada llenarnos la boca de libertad si esta libertad no es para todo el mundo».
Comunidad palestina
En el acto también ha participado la portavoz de la Comunitat Palestina de Catalunya, Salam Almaslamani, quien ha pedido al Govern «posicionarse contra el genocidio» de Israel, cerrar la oficina de acción exterior de la Generalitat en Tel Aviv y romper relaciones económicas.
«Es la medida mínima que tendríamos que hacer para actuar contra el genocidio», ha asegurado Almaslamani, que ha defendido que Palestina está ejerciendo una lección de vida, de resistencia y de diversidad.
La Esquerra Independentista --formada por la CUP, la organización juvenil Arran, Alerta Solidària, el sindicato COS, Endavant y el Sindicat d'Estudiants dels Països Catalans (SEPC)-- se ha manifestado bajo el lema 'Fer-ho possible'.