El abad de la Abadía de Montserrat, Manel Gasch, ha reconocido que en los mil años de historia del templo «también se cometen errores» tras recoger este martes la Medalla de Honor del Parlament, que se ha entregado con motivo del milenario del Monasterio y que ha dado inicio a los actos institucionales de la Diada.
El acto ha estado encabezado por el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, y el presidente del Parlament, Josep Rull, y también han asistido los expresidentes de la Generalitat Jordi Pujol, José Montilla, Artur Mas y Pere Aragonès, y los expresidentes del Parlament Ernest Benach, Núria de Gispert, Carme Forcadell, Roger Torrent, Laura Borràs y Anna Erra.
En su intervención tras recoger el galardón, Gasch ha asegurado que estos errores de la Abadía ayudan a crecer si se reconocen y se aceptan, textualmente.
«Mirando la historia de Montserrat, en estos mil años, ¿cuántas cosas no habrán pasado que se podrían haber hecho mejor? Algunas las sabemos, las hemos vivido, algunas las hemos reconocido y procuramos enmendarlas cada día», ha señalado en alusión velada a los casos de abusos sexuales.
El abad ha añadido que algunas de estas cosas que se han hecho mal no se conocen y «habrán quedado enterradas en este día a día que constituye el paso del tiempo».
"estabilidad benedictina"
Ha destacado que el Parlament concede esta medalla a la Abadía por su «estabilidad benedictina», y ha reivindicado que la fe pueda ser una herramienta de integración lingüística y cultura, tras lo que ha destacado que el Monasterio hace el 80% de sus rezos en catalán y el 20% restante en latín.
El abad ha subrayado que este premio arraiga al templo a una cultura y a un pueblo, por su sensibilidad social y política, «especialmente cuando hay que proteger la democracia, entendida como la libertad del pueblo para elegir los poderes que le deben gobernar y el futuro que quiera escoger», ha puntualizado.
"dejar atrás las distancias"
Por su parte, Illa ha llamado a «dejar atrás las distancias» que, a su juicio, alejan a los catalanes, y les ha pedido buscar lo que les une y les hace formar parte de Catalunya, pero sin renunciar a sus ideas, proyectos y aspiraciones, ha agregado.
«Es la hora de reencontrarnos, de buscar lo que nos une, de alcanzar los consensos amplios que el país necesita», y ha subrayado que eso es lo que intentan hacer los diputados en el Parlament, mediante el diálogo y el contraste de ideas.
Ha destacado que los 1.000 años de historia de la Abadía de Montserrat son «de presencia, de espiritualidad, de cultura, de estabilidad, de música, de humanismo cristiano y de catalanismo», y ha sostenido que no se entendería la Catalunya actual sin este bagaje histórico, cultural y cívico.
El presidente catalán ha celebrado que el Parlament haya concedido esta Medalla, ya que considera positivo que las instituciones colaboren: «Catalunya será, sin duda, un país más fuerte y más cohesionado si sus instituciones democráticas mantenemos una cooperación leal».
Palabras "valientes"
El presidente del Parlament ha calificado de valientes las palabras del abad de Montserrat sobre los errores en la historia de la Abadía, y ha sostenido que «es obvio que en una trayectoria tan dilatada no todo son luces, y desgraciadamente, como en muchas otras instituciones seculares, el Monasterio también ha vivido momentos oscuros».
Rull ha puesto en valor que la Abadía haya reconocido esos errores y haya pedido perdón, y ha asegurado que estos errores son «fruto de actitudes que emanan la peor parte de la condición humana y, desgraciadamente, están presentes en todos los ámbitos de la sociedad».
También ha destacado que el Monasterio «se ha convertido en baluarte inexpugnable en defensa de la lengua y la cultura catalana» y considera que ha tenido un papel clave en la conservación de la conciencia colectiva del pueblo catalán y de la lengua en los momentos de la historia en que ha sido perseguida, ha dicho textualmente.
Cacerolada
El acto ha comenzado con la izada de la 'senyera' ante la fachada del Parlament y la interpretación de 'El cant de la senyera' por los Cors de Clavé, ha estado encabezado por Illa y Rull, y también han estado presentes miembros de la Mesa del Parlament y representantes de los grupos parlamentarios.
Mientras sonaba la música, se ha escuchado una cacerolada de unas 10 víctimas de abusos sexuales que protestaban ante la Cámara catalana contra la entrega de la Medalla de Honor del Parlament a la Abadía de Montserrat con motivo de su milenario.
Después, en el Auditorio del Parlament, la Escolania de Montserrat ha interpretado el 'Virolai' y la doctora en Historia del Arte y profesora de la Universitat de Girona (UdG), Maria Dolors Vidal, ha pronunciado una glosa, tras lo que Rull ha entregado la Medalla a Gasch.