El Departamento de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón y Repsol han presentado este viernes un convenio de colaboración para poner en marcha la recogida de aceite de cocina usado de origen doméstico en 70 de las estaciones de servicio de Repsol de la Comunidad. Una acción que se verá premiada con la entrega a cambio de descuentos en combustible o en otros productos.
La compañía multienergética instalará antes de que termine el año un total de 70 puntos de recogida en las estaciones de servicio repartidas por el territorio aragonés, lo que posibilitará la recepción, según estima, de más de 10.000 litros al año de aceite de cocina usado doméstico.
Por cada litro de aceite de cocina usado que lleve un ciudadano en cualquier formato de botella recibirá a cambio 30 céntimos de euro de saldo Waylet para futuros repostajes o para gastarlos en otros productos en cualquiera de las 3.300 estaciones de servicio de Repsol del país.
La operación se realizará en el mismo mostrador de la gasolinera donde se abona el combustible repostado. Allí el vendedor recogerá el aceite de cocina usado y entregará un código de barras para futuros repostajes o la compra de otros productos.
Al acto de firma, celebrado en la sede del Gobierno de Aragón, han asistido el consejero de Medio Ambiente y Turismo del Gobierno de Aragón, Manuel Blasco; la directora general de Calidad Ambiental del Gobierno de Aragón, María Martínez y el Director General de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, Juan Abascal. «Este convenio es una oportunidad para el Gobierno de Aragón», ha indicado Blasco.
Esta iniciativa, que se realiza en colaboración con el Gobierno de Aragón y ya se ha implantado en otras regiones como Comunidad de Madrid, Galicia y Castilla-La Mancha, es un ejemplo de economía circular, puesto que facilita la gestión sostenible de este residuo doméstico, que posteriormente se empleará como materia prima para producir combustibles renovables.
0,9 litros de combustible por cada litro de aceite usado
«Todos tenemos aceite en casa y tenemos la obligación de reciclar, tanto la Administración, como los municipios y también los particulares y debemos reflexionar sobre qué estamos haciendo cuando tiramos el aceite de la sartén de la freidora todos los días a la red de alcantarillado, hemos de pensar dónde va eso y si además alguien tiene un atasco en casa lo comprobará por sí mismo», ha planteado el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco.
Con un litro de aceite de cocina usado, se fabrican 0,9 litros de combustible 100% renovable, que puede usarse en los vehículos actuales sin necesidad de cambios en el motor.
La recogida de aceite de cocina usado en el sector profesional es bastante elevada, pero la mayor parte del aceite de cocina usado doméstico aún no se recupera.
180.000 toneladas de aceite al año
Actualmente, se generan unas 180.000 toneladas de este aceite usado cada año en España, de los cuales se recolectan menos del 5%, según ha explicado el director general de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, Juan Abascal. Según los últimos datos de la Dirección General de Calidad Ambiental, en Aragón se recogen aproximadamente 2.500 toneladas anuales.
Juan Abascal ha destacado la voluntad de Repsol de impulsar un «nuevo modelo productivo» basado en la «circularidad» y la «reutilización de los residuos». Asimismo, ha resaltado el objetivo de la compañía de alcanzar las cero emisiones netas en 2050, apostando por un modelo que aúna varias opciones tecnológicas, como los combustibles renovables y otros productos de baja o nula huella de carbono, uno de sus pilares para transformar sus complejos industriales en polos multienergéticos descarbonizados.
Para el director general del área de Transformación Industrial y Economía Circular de Repsol, «en el reto común de la transición energética las empresas, las administraciones y la sociedad en su conjunto debemos tener un enfoque inclusivo sin renunciar a ninguna opción que nos permita avanzar en la reducción de emisiones, por eso es fundamental la cooperación, entre empresas y entre el sector público y privado, aprovechando las fortalezas que tenemos en cada territorio».
Repsol se ha fijado como principales objetivos de esta iniciativa sensibilizar a la sociedad sobre la gestión sostenible del aceite como residuo, ayudar a los municipios que desde diciembre tienen la obligación de recoger de forma separada el aceite de cocina usado y favorecer y potenciar la economía circular produciendo combustible con este residuo.
Un combustible renovable, ha explicado Abascal, que «ahorra hasta un 90% de las emisiones de CO2 y cumple con el triple principio de lo que debe ser la política energética, la sostenibilidad, la competitividad y la seguridad de suministro».
Combustibles renovables
El combustible renovable se produce a partir de materias primas orgánicas, como el aceite de cocina usado o residuos agroalimentarios, dándoles una segunda vida. Este tipo de combustibles permiten reducir hasta en un 90% las emisiones netas de CO2, en comparación con el combustible de origen mineral al que sustituye, por la menor intensidad de carbono del combustible 100% renovable.
Estos combustibles son, desde el punto de vista de calidad y funcionamiento en los motores, equivalentes a los convencionales. La diferencia entre ambos es que se fabrican reemplazando la materia prima de origen mineral, por residuos orgánicos, como el aceite de cocina usado o la biomasa.
Los combustibles 100% renovables se pueden utilizar en automóviles, camiones, autobuses, barcos o aviones, aprovechando las infraestructuras existentes de repostaje. Repsol ya suministra este combustible 100% renovable en Aragón en 18 estaciones de servicio y terminará el año con 80.