Endesa trabaja en el proyecto de desmantelamiento de la central térmica de Litoral de Carboneras (Almería) y lo hace con la voladura controlada de la primera desnitrificadora, Denox-2, cuya función era reducir las emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno) de la central.
Así lo ha señalado la energética en un comunicado en el que apunta que esta estructura metálica compuesta de 12 pilares y un pórtico de cerca de 58 metros de altura, soportaba unos conductos y reactores que ocupaban una superficie en trreno de 1.250 metros cuadrados, con un peso total de 2.800 toneladas, es decir, «el peso de siete aviones comerciales de carga tipo Boeing 747».
Para llevar a cabo la voladura, se han utilizado en total 120 kilogramos de explosivo que se han activado a través de 74 detonadores electrónicos repartidos entre las cimentaciones, la propia estructura y los pilares delanteros, según han detallado.
La voladura, llevada a cabo por la UTE Lecalde, formada por la empresa vizcaína Lezama Demoliciones, especialista en desmantelamientos industriales, y la almeriense Caldererías Indálicas, ha producido alrededor de 2.500 toneladas de residuos metálicos valorizables que ahora serán gestionados de acuerdo con la normativa medioambiental. Con este material obtenido con la voladura se espera superar el 90% de valorización de todos los residuos generados en la demolición.
Más de la mitad de la demolición hecha
Endesa continua en el desmantelamiento y demolición de esta histórica central cuyos trabajos se encuentran en un 56% de su ejecución con más de 140 profesionales trabajando actualmente en la central, el 65% procedentes del entorno de Carboneras, gracias a los cursos de formación especializados que la compañía ha promovido en el entorno de la central.
Recientemente se han finalizado los trabajos de triturado de hormigón de la chimenea, retirada de descalorifugado de las primeras plantas de la caldera del grupo dos, demolición del edificio de proceso del grupo dos, descalorifugado de los equipos presentes en el edificio de nave de turbinas, demolición de los equipos presentes en la planta base del edificio de nave de turbinas grupo uno.
La Central Térmica Litoral fue construida en el marco del Plan Acelerado de Centrales de Carbón redactado en 1979 para cubrir las necesidades de incremento de potencia eléctrica debido al desarrollo económico que experimentaba España.
La infraestructura se ubica en 1.788.547 metros cuadrados en el término municipal de Carboneras y estaba compuesta por dos grupos de generación que sumaban 1.159 megavatios de potencia. Cada uno de estos grupos estaba formado por caldera, turbina y alternador como equipos fundamentales.
El grupo uno, de 577 megavatios, comenzó su explotación comercial en 1985 y el grupo dos, con una potencia de 582 megavatios, en el año 1997. La instalación ha llegado a producir durante su vida útil más de 180.000 gigavatio-hora, es decir, el consumo energético de Andalucía durante cuatro años y medio y llegó a ser todo un referente cuando, en 2014, se realizaron mejoras medioambientales que la pusieron a la vanguardia de esta tecnología a nivel mundial.
La central cuenta con una Terminal Portuaria, con acceso para el tráfico marítimo en el Mediterráneo y norte de África, que comenzó su actividad en 1985, tras una inversión de unos 123 millones de euros para su construcción, destinada a la descarga de carbón para la Central Térmica Litoral.
En el año 2014, y gracias a un acuerdo con la Autoridad Portuaria de Almería, se llevó a cabo la inversión para dotar a la Terminal Portuaria de un sistema que permite cargar buques de entre 10.000 y 15.000 toneladas de capacidad con destino a otras centrales del grupo Enel en el Mediterráneo, lo que supuso un incremento de las operaciones de manejo de combustible a desarrollar en el parque de almacenamiento.
Estas características y su situación geográfica la convierten en un enclave único para recibir barcos de gran calado que procedan de cualquier punto del mundo. Desde su construcción se han manipulado un total de 79.480.191 toneladas de graneles sólidos.
Además, la Central Térmica Litoral ha albergado proyectos innovadores como una planta de microalgas, la restauración de escombreras con especies autóctonas o el proyecto de almacenamiento de baterías entre otras iniciativas.
Actualmente estos proyectos se han trasladado para seguir activos. Es el caso de la planta de microalgas, que se sigue encontrando en los terrenos de la central pero ampliando su espacio.