Osakidetza dispone en la actualidad de 532 enfermeras especialistas en Salud Mental, cuyo ámbito de actuación abarca tanto el hospitalario como la atención a la comunidad a través de los centros de salud, entre otros.
Con motivo de la celebración este domingo del Día Mundial de la Enfermería de Salud Mental, el Servicio Vasco de Salud ha destacado en un comunicado que para poder ser enfermera especialista en Salud Mental es imprescibdible prepararse y realizar el examen EIR, y una vez elegida la plaza de residente en esta especialidad se pasa a realizar un sistema de residencia durante dos años. Una vez superado el periodo de residencia y las evaluaciones propuestas, la enfermera obtendrá el título de especialista.
Según ha indicado, se trata, junto a la de matrona, de una de las especialidades de la Enfermería más antiguas. De este modo, su ámbito de actuación no solo se restringe al hospitalario, sino que la atención a la comunidad es uno de los ámbitos que cobra «especial importancia dada la alta asistencia de pacientes que demandan cuidados relacionados con enfermedades mentales».
La especialidad se encuentra regulada desde 1970 y el propio BOE la define como «profesional sanitario que, con una actitud científica responsable y utilizando los medios clínicos y tecnológicos adecuados al desarrollo de la ciencia en cada momento, proporciona una atención especializada en salud mental mediante la prestación de cuidados de enfermería».
Estos cuidados se llevan a cabo en los diferentes niveles de atención, como promoción, prevención, tratamiento y rehabilitación de la salud mental, y su ámbito de actuación abarca tanto la atención hospitalaria como la atención a la comunidad a través de los centros de salud mental especializados, centros de atención primaria, domicilios o instituciones sociales.
Entre sus competencias asistenciales están las de valorar, diagnosticar, planificar, ejecutar y evaluar cuidados de enfermería de salud mental, participar en la elaboración del plan integral de atención al paciente, manejar e indicar el uso de fármacos, contribuir a la elaboración de guías clínicas de cuidados de enfermería en salud mental, programar visitas domicilarias o asesorar, en calidad de experta, a profesionales de enfermería y profesionales de la salud.