Ciclistas vizcaínos han afirmado que los carriles-bici no son suficientes o «no son ni prácticos» en entornos urbanos por su longitud y anchura, y que «en ocasiones, un carril-bici es un estorbo más que una ayuda».
En declaraciones a Europa Press, el presidente de la Federación Vizcaína de Ciclismo, Manu Gómez, ha explicado que estos espacios «están muy bien en algunos tramos, pero no están pensados para ir de un sitio a otro, tiene un inicio y un final».
En palabras de Gómez, los carriles-bici son, en ocasiones, «muy estrechos» y los ciclistas corren el peligro de chocar entre sí, lo que ha considerado «muy peligroso» porque, a diferencia de un coche, «una bicicleta está llena de aristas».
A pesar de que ha asegurado que los coches cada vez son más respetuosos en las ciudades, «las rotondas son un cáncer para los ciclistas» porque es donde más choques se producen. En este sentido ha reclamado más «respeto y empatía» a los conductores, así como «autocrítica» a los ciclistas.
Convivencia con los coches
Gómez ha compartido que prefiere la convivencia con los automóviles más que el que cada uno tenga su sitio. Para ello, ha insistido en la necesidad de que también los ciclistas estén formados y sean conscientes de que circular por los entornos urbanos «nunca, nunca, tiene que ser inseguro para un peatón». «Tenemos que actuar con los peatones como queremos que actúen los coches con nosotros», ha subrayado.
En este sentido, ha opinado que se debería hacer un «estudio integral» para dar ventajas a las bicicletas sobre un coche. Ha admitido que ya se han instaurado algunas medidas que han sido muy beneficiosas para el colectivo, como la reducción de velocidad en las ciudades, «algo que facilita muchísimo».
Ha expresado que hay un «eterno debate, que es además absurdo» sobre si los ciclistas tienen más o menos derechos en la carretera por no pagar impuestos. «Es la típica discriminación de siempre», ha lamentado, porque «creen que por ir en coche y pagar el impuesto de circulación tienen más derecho».
Aunque los accidentes son pocos (hasta finales de agosto la Federación ha registrado un 1% de siniestros entre sus miembros) hay conductores que no respetan a los ciclistas por «soberbia», pero hay otros que lo hacen porque «no perciben el peligro». Son estos últimos quienes, ha asegurado, «dan más miedo».
Carreteras secundarias
Fuera de los entornos urbanos, el mayor peligro para los ciclistas es la falta de arcenes o los arcenes sucios. «Un arcén sucio a veces es como andar descalzos encima de unos clavos, la probabilidad de pinchar es altísima», ha explicado.
Con el incremento del número de carreteras hay también más espacio para circular y, por lo tanto, menos peligro, en palabras de Gómez. «Hoy en día es mucho más fácil que antes buscar carreteras tranquilas y sin mucha circulación», ha considerado.
La clave en las carreteras, bajo su opinión, es «el respeto, el sentido común y considerar que el ciclista también tiene derecho a usar ese espacio», y pensar que «cuando hay un ciclista en la carretera, no es un estorbo», sino que lo que puede estar haciendo es «evitar que haya otro coche circulando».