La Conselleria de Medio Ambiente, Infraestructuras y Territorio ha reintroducido un total de 1.857 tortugas mediterráneas en la Devesa del Saler, en València, en el marco del proyecto que se inició hace 13 años en la Comunitat Valenciana. Del total de tortugas, 694 son machos, 541 hembras y 622 juveniles.
El objetivo fundamental del programa es recuperar esta variedad de tortuga y establecer una población en la zona y, en este sentido, los resultados obtenidos hasta la fecha indican que la media de supervivencia aumenta a medida que los ejemplares pasan más tiempo en libertad, según subraya la Generalitat en un comunicado.
Durante los primeros años del proyecto, que se inició en 2011, las liberaciones se realizaron en la zona sur de la Devesa, entre el Lago del Puchol y el campo de golf del Parador de Turismo. En los últimos años, se han realizado también reintroducciones de juveniles en la zona norte, entre el Lago del Puchol y El Saler, porque estos ejemplares jóvenes se desplazan poco, para minimizar el riesgo de llegar a la carretera o al pueblo de El Saler.
El mayor número de recuperaciones anuales se ha registrado en los dos últimos años (2022 y 2023), en los en los que se ha llevado a cabo un «intenso esfuerzo» de muestreo para la realización de censos y seguimiento de las poblaciones.
Además, el proyecto incluye una vertiente divulgativa para concienciar a la ciudadanía y, en concreto, a los visitantes de la zona de El Saler, de la importancia del cuidado de estos animales. A través de cartelería, indicaciones en las casetas de información y charlas, se consigue que la tortuga mediterránea sea cada vez más conocida entre la población, aunque la Conselleria también valora la creación de zonas no visitables que puedan favorecer la expansión de las tortugas.
El secretario autonómico de Medio Ambiente y Territorio, Raúl Mérida, ha destacado que esta iniciativa «trata de garantizar la conservación de esta especie en un entorno como es la Devesa de l'Albufera, que reúne las condiciones adecuadas de hábitat».
En esta zona, ha incidido, existe «una vegetación apropiada para la alimentación y el refugio de los ejemplares, así como un sustrato adecuado para la reproducción, unido, además, a la reducida presencia de depredadores naturales».