El proyecto Rural Forks impulsado por Erasmus+, el programa educativo de la Comisión Europea, llevará a un grupo jóvenes a recorrer en bicicleta varias zonas rurales del sur de la provincia de Zaragoza y del norte de la provincia de Teruel con el compromiso de explorar y fomentar la sostenibilidad en diferentes regiones rurales de España.
La iniciativa, coordinada por Brújula Intercultural y Biela y Tierra, pondrá en ruta por las carreteras aragonesas a 14 jóvenes cicloturistas entre el este martes 27 de agosto y el jueves 5 de septiembre.
Desde el pasado mes de mayo, los jóvenes participantes de Rural Forks han estado trabajando intensamente en la planificación de esta ruta, seleccionando cuidadosamente 10 iniciativas locales que representan buenas prácticas en soberanía alimentaria, sostenibilidad y emprendimiento.
El viaje, de unos 180 kilómetros, comenzará en Caspe y finalizará en Alloza tras haber pasado por las localidades de Mazaleón, Calaceite, Arens de Lledó, La Portellada, Torrecilla de Alcañiz, Calanda y la citada llegada a Alloza.
En esta ruta están previstas 2 presentaciones del proyecto abiertas al público en las que los participantes pondrán poner en común sus experiencias. La primera de ellas tendrá lugar el 27 de agosto a las 20.00 horas en la Casa de cultura de Caspe y la segunda se celebrará el 31 de agosto a las 19.00 horas en el teatro de Arens de Lledó.
Ana, cofundadora de Biela y Tierra, destaca el «entusiasmo» y la «energía» que los grupos de jóvenes traen a estas rutas, que resultan «contagiosos».
«Este año estamos especialmente emocionadas por las iniciativas que vamos a visitar, por volver a pedalear por la provincia de Teruel, que tantas buenas prácticas y alegría nos ha regalado en nuestras rutas», comparte.
«Estamos convencidas de que las experiencias que vamos a visitar enriquecerán la perspectiva de nuestros participantes y ampliarán su visión para su futuro personal y profesional. Es un viaje de descubrimiento y conexión que tiene el poder de transformar vidas», apunta.
Por su parte, Bea, coordinadora de Brújula Intercultural, considera que la iniciativa «brinda la oportunidad de acercar a los jóvenes la riqueza y diversidad de nuestras áreas rurales».
«Como ya hemos visto en las rutas anteriores, quienes participan no solo aprenden sobre sostenibilidad y prácticas innovadoras, sino que también se llevan consigo historias y conocimientos que les inspirarán. Sin duda Rural Forks es un ejemplo perfecto de cómo la educación experiencial puede generar un impacto profundo y duradero», sostiene.
Durante la ruta, el grupo de jóvenes participantes son quienes se encargan de documentar y comunicar a la comunidad su experiencia y aprendizajes, compartiendo historias a través de actualizaciones en redes sociales, podcasts y un diario de viaje colectivo.
Un trabajo que les permitirá adquirir nuevas competencias y que en la edición del año pasado estuvo muy bien valorado por los jóvenes participantes. La comunidad que sigue las aventuras de Rural Forks crece cada día, como ya se ha podido seguir este pasado mes de julio en la ruta de Castilla y León, con muy buen seguimiento en redes sociales. Todos los contenidos que se crean en Rural Forks quedan recogidos en la página web del proyecto 'www.ruralforks.org'.
Esencia de un proyecto apegado al medio rural
Rural Forks busca empoderar a los jóvenes y fomentar el diálogo para un desarrollo rural sostenible. A través de recorridos en bicicleta, los participantes tienen la oportunidad de conectar con proyectos locales ejemplares que demuestran innovación, gestión medioambiental y compromiso comunitario. Estas iniciativas abarcan desde la agroecología hasta el ecoturismo y la dinamización rural. Rural Forks pretende inspirar y suscitar conversaciones en torno al desarrollo sostenible en las zonas rurales.
La primera edición de Rural Forks tuvo gran aceptación y repercusión mediática, con más de 50 entradas en medios de comunicación. Los resultados destacan la profundidad del conocimiento adquirido por los participantes, quienes han valorado altamente su experiencia. Más del 75% calificó su participación como «extremadamente satisfactoria» y más del 94% consideró muy eficaz la estrategia de comunicación del proyecto. El impacto positivo en los participantes y las comunidades visitadas subraya el éxito de la primera edición.