La localidad turolense de Guadalaviar ha vivido horas complicadas durante la tarde de este miércoles como consecuencia de una tormenta repentina que ha provocado el desbordamiento del río del mismo nombre y ha dejado al pueblo sin luz ni cobertura durante más de una hora, aunque no se han producido daños personales.
«Ni los más viejos del lugar» habían visto algo parecido, ha asegurado a Europa Press el alcalde de Guadalaviar, Mariano Arbués, quien ha considerado que este miércoles coincidieron «un compendio de fenómenos meteorológico» y que lo que se dio fue la «tormenta perfecta».
Ha calculado que en el pueblo cayeron entre 50 y 55 litros en una hora desde poco antes de las 19.00 horas, pero el problema llegó de apenas 3 kilómetros aguas arriba, donde está la cabecera del río Guadalaviar, donde estiman una cantidad de más de 150 litros. Una tormenta, por tanto, muy localizada que no se dio en ninguno de los pueblos de ni de los montes de alrededor.
La tromba de agua en la cabecera del río provocó el desbordamiento desde el nacimiento y que el Guadalaviar entrara en el núcleo urbano de una forma «muy salvaje», en un cauce de apenas 2 metros en su parte más ancha y que, hasta este miércoles, bajaba «muy seco».
La tormenta llegó acompañada de granizo en algunos momentos y de «muchos momentos de confusión» con el corte de la luz o de la cobertura móvil.
No obstante, la mayor preocupación llegó cuando, por un momento, no localizaban a dos personas que fueron vistas por última vez cerca de la cabecera del río, «en el meollo». Tras organizar una búsqueda junto a dos patrulla de la Guardia Civil, aparecieron «sanas y salvas» ya que lograron escapar a tiempo y salir por otro camino que «no era conflictivo».
Daños materiales
El alcalde ha señalado que todavía están cuantificando los daños materiales, dado que ayer, sin luz, sólo pudieron sacar agua de los bajos de las casas, y ha agradecido la intervención de «absolutamente todo el pueblo».
Así, ha concretado que el agua arrastró dos coches, que los huertos aledaños al río han quedado anegados y que muchos muebles situados en las plantas bajas de los edificios están inservibles, al igual que un vecino que tenía 200 sacos de pelets.
Arbués ha resaltado también la colaboración de una dotación de Bomberos, que estuvo achicando agua, así como de dos patrullas de la Guardia Civil, de Protección Civil y que la Diputación Provincial de Teruel (DPT) ha puesto sus medios a disposición del municipio.
Guadalaviar dedica la jornada del jueves a limpiar y cuantificar los destrozos, pero sin dejar de mirar al cielo, ya que el aviso por lluvias y tormentas continúa en toda la provincia de Teruel, aunque no creen que se vuelva a dar una tromba de agua tan «impensable» como la de ayer.