El padre y el hijo, vecinos de Getxo (Bizkaia), que sufrieron un accidente el pasado 4 de agosto en Tanzania, en el que fallecieron la esposa y la otra hija del matrimonio, sufren politraumatismos, aunque están fuera de peligro y su estado es reservado. El menor presenta politraumatismo facial y torácico, y se encuentra «estable y consciente» en la Unidad de Reanimación del Hospital de Cruces de Barakaldo.
Ambos ingresaron este pasado martes en el Hospital Universitario de Cruces procedentes del Hospital de Nairobi, donde ingresaron por las heridas sufridas tras la caída del vehículo en el que viajaba la familia en torno al cráter Ngorongoro.
Los heridos partieron ayer en un vuelo fletado por el seguro de viaje contratado hasta el aeropuerto de Loiu, en Bizkaia, donde ha aterrizaron a las 22.00 horas. Una ambulancia, dispuesta por la compañía aseguradora, trasladó a los pacientes desde el aeropuerto hasta Cruces.
Tras el ingreso en el hospital, el equipo sanitario médico y de enfermería realizó una valoración exhaustiva de la situación de los pacientes. El padre se encuentra ingresado en la planta de hospitalización, a cargo de Traumatología, mientras que el menor ha quedado ingresado en la Unidad de Reanimación, a cargo del servicio de Anestesia, donde ambos continuarán con sus tratamientos.
Este miércoles por la mañana han comparecido ante los medios de comunicación el jefe del Servicio de Amnestesia y Reanimación del Hospital de Cruces, Gorka Ojinaga, y el médico adjunto, Iker Castelo, para informar de su estado de salud.
Sin intervenciones urgtentes
Ojinaga ha explicado que los sanitarios que atendieron en un primero momento en el centro hospitalario vizcaíno al padre e hijo accidentados en Tanzania, en el que ingresaron a las 23.00 horas, no tuvieron que practicarles «ningún tipo de intervención urgente», y se informó a los propios pacientes y sus familiares de su situación clínica. Ambos sufren politraumatismos.
En cuanto al menor, ha precisado que «se encuentra estable, consciente y pendiente de completar el estudio de la valoración con el resto de especialistas del hospital para continuar con los cuidados que requieren su tratamiento». Su pronóstico es reservado, a la espera de su evolución clínica. La situación del padre no es grave, aunque su estado también es reservado.
El hijo presenta un politraumatismo a nivel facial, a nivel torácico, aunque está fuera de peligro, por lo que no requiere «ahora mismo» de medidas de intervención urgentes. «Se irán valorando posibles necesidades de tratamiento a lo largo de los días. Estoy viendo un poco la evolución», ha especificado el facultativo.
Por ahora se desconoce cuándo se les dará de alta, y se irá viendo «día a día» cómo evolucionan. «Día que pase, día que ganamos. En principio, sí podemos decir que no corren peligro, pero necesitan todavía cuidados», ha concluido Gorka Ojinaga.
Los médicos han transmitido la petición de la familia para que, «ante la tragedia vivida», se guarde «el máximo respeto a su intimidad y a la confidencialidad de la información».