La Guardia Civil está instruyendo como un presunto delito de odio la agresión ocurrida el pasado sábado sobre una mujer trans de 19 años en la localidad gaditana de Chipiona al grito de «eres un hombre» por parte de tres personas, un hombre y dos mujeres, que ya están identificadas.
Así lo han confirmado fuentes de la investigación a Europa Press, que han indicado que tras la instrucción, que ahora mismo está en la parte de las testificaciones, se enviará el caso a la Fiscalía para que ésta determine si el caso tiene continuidad o no.
La víctima denunció lo ocurrido a través de una publicación en sus redes sociales, en la que aseguró que este ataque «no solo me dejó con heridas físicas, sino que también me afectó emocionalmente», para añadir que «la violencia y el odio que sufrimos las personas trans no pueden seguir siendo ignorados».
El alcalde de Chipiona, Luis Mario Aparcero, ha explicado a Europa Press que va a elevar una propuesta al pleno municipal en apoyo a esta joven y al colectivo Lgbtbi y para tratar de «erradicar este tipo de conductas». En ese sentido, ha dejado claro que Chipiona es «un municipio bastante abierto» y que este caso es «muy subliminal y muy pequeño» y que «no es la sociedad de Chipiona la que actúa de esta forma».
En el texto de la propuesta que se elevará al pleno, se expone que «no podemos quedarnos impasibles ante estos hechos y no expresar nuestro rechazo y consternación ante lo sucedido, ya que todo tipo de violencia está fuera del entendimiento y comprensión».
Además, se añade que «la falta de tolerancia no cabe en nuestro pueblo donde defenderemos siempre la libertad individual y la convivencia entre iguales. La identidad sexual es algo propio del individuo y jamás debe ser cuestionado, criticado ni hacer uso de la violencia en ningún caso. Esto debe cambiar de manera radical y no debe ser el modelo a seguir para la sociedad joven de una Chipiona de futuro, una ciudad libre y tolerante, donde se respire igualdad, respeto y valores de convivencia».
En base a esto, se propone rechazar «todo tipo de violencia y cualquier tipo de discurso de odio o discriminación hacia la población Lgtbiq+» y manifestar el apoyo de la administración a la víctima.
También se propone que la administración local «promueva una cultura de respeto e inclusión en la que todas las personas, sin importar su orientación sexual o identidad de género, puedan vivir libres de violencia y discriminación».