Las víctimas de un agresor del Metro de Madrid y la Policía Nacional han atestiguado en el juicio el odio que profería el acusado contra las mujeres al tener «fijación» en atacarlas sin piedad sin otro motivo aparente que su animadversión al género femenino.
En el banquillo se sienta un joven de 23 años por agredir a mujeres entre los meses de julio de 2020 y febrero de 2023 tanto en estaciones de metro como en la vía pública a plena luz del día con puñetazos, patadas o codazos.
Las víctimas de Santiago C. O. respondían siempre a un mismo patrón; mujeres a las que atacaba sin provocación o discusión previa y con las que se ensañaba sin mediar palabra. Una de ellas, una trabajadora de Metro, quedó en coma tras sufrir una brutal paliza. Tras incidentes previos a la anterior agresión, se le prohibió la entrada en el Metro sin que nadie lo controlara.
Con el pelo engominado, ropa de deporte y tranquilo, el acusado se ha limitado a reconocer los hechos al alcanzar un acuerdo de conformidad las partes por el que acepta una condena de casi diez años de cárcel por varios delitos de lesiones, atentado a la autoridad y una tentativa de homicidio.
La herida más grave fue una empleada de limpieza del suburbano, quien fue atacada la madrugada del 14 de febrero de 2023 cuando se encontraba en el ascensor para limpiar el andén de la Línea 11 en la estación de Plaza Elíptica.
Con voz temblorosa y visiblemente nerviosa, ha relatado que cuando sacó su carrito de limpieza sintió un fuerte golpe por la espalda y cayó al suelo sin ver a su agresor. «Me quedé tirada al lado del ascensor. Me rompió la nariz. No sé cómo llegué al andén», ha narrado. Al rato, dos policías la auxiliaron. Fue trasladada de inmediato al hospital donde fue operada de urgencia. Ya no ha vuelto a trabajar por miedo a una nueva agresión.
En el juicio ha comparecido uno de los responsables de seguridad de Metro de Madrid, quien ha expuesto que desde una sala central hay personal vigilando las cámaras de las estaciones y que en el caso de la agresión más grave dio la alerta el personal de esa estación.
«¿Cómo es posible que esta incidente no se detectara hasta los 20 minutos?», le ha inquirido el abogado de una de las perjudicadas. Metro de Madrid está inmerso en la causa como responsable civil subsidiario de los hechos por lo que se denomina 'culpa in vigilando'. Se le reclama una indemnización conjunta de 6.700 euros junto al acusado.
En el momento del incidente, solo había una persona de seguridad en 'custodia' --donde duermen los trenes en los andenes--. Tras lo sucedido, se reforzó la seguridad y se amplió el horario hasta las dos de la mañana. En concreto, la vigilante ha detallado que alertó a la sala central antes de socorrer a la víctima.
Por otro lado, un agente de Policía Nacional que intervino en una de las muchas intervenciones con el acusado como protagonista le ha descrito como una persona peligrosa que no distingue entre «el bien y el mal», con especial fijación en atacar a las mujeres.
También ha testificado una mujer policía, quien fue agredida por el acusado durante la detención por la agresión en la estación de Plaza Elíptica. En su caso, le dio un fuerte cabezazo, le golpeó y le retorció el brazo.
«No le podía tocar porque era mujer, y decía que las mujeres le tenían que tener miedo y por eso las pegaba», ha narrado la afectada. La testigo ha recordado que el hombre se jactaba de haber matado a la empleada de limpieza atacada.
La Policía Nacional elaboró a instancias del juzgado instructor un informe sobre la discriminación de este sujeto respecto a las mujeres en las que se analizaron los factores de polarización.
Los investigadores apreciaron que todos los hecho delictivos se dirigían siempre hacia mujeres y se cometían siempre de manera gratuita sin motivo alguno. Tenía nueve antecedentes similares al darse el mismo patrón siendo siempre la víctima una mujer.
Hechos juzgados
El acusado sobre las 11:50 horas del 25 de enero de 2023, abordó a una mujer en el metro «en atención a su animadversión al género femenino» a quien propinó un empujón, le lanzó el abrigo que portaba sobre la cabeza y a continuación le propinó un fuerte codazo a la altura de su ojo izquierdo.
Días más tarde S. C. O. agredió en la estación de metro de la Plaza Elíptica a una empelada de la limpieza a quien soltó un codazo y ocho puñetazos en la cabeza «consiguiendo así que cayera al suelo». Aún así el acusado continuó agrediéndola con más patadas y puñetazos mientras la sujetaba del pelo con su otra mano. Una vez finalizada la agresión abandonó el lugar, «dejando tendida en el suelo a la víctima».
El 16 de febrero S. C. O. fue detenido por una dotación policial, «momento en que movido por un ánimo de menoscabar el principio de autoridad», propinó un cabezazo en el pómulo derecho a un agente mientas que a la otra policía le propinó fuertes patadas en su pierna y trató de morderla.
Al tiempo de la agresión, le profería expresiones para que pudieran ser escuchadas por las terceras personas que allí se encontraban, tales como: «eres una zorra, una mujer a mí no me detiene, no me toques hija de puta las mujeres me tenéis que tener miedo putas, que para eso os pego te voy a partir la cabeza como a la puta de plaza elíptica».
Detenido e identificado
El procesado, en el periodo de tiempo desde julio de 2020 hasta el momento febrero de 2023, ha sido identificado y detenido en las siguientes ocasiones por hechos cometidos por su animadversión y absoluto desprecio hacia el género femenino que tenían todas sus víctimas.
Así, el 14 de julio de 2020 fue detenido por los hechos ocurridos en el domicilio familiar tras producirse una discusión con su madre, a quien había amenazado.
En fecha 16 de octubre de 2022, fue detenido a la altura de la C/ Tejares, de Madrid, por un posible quebrantamiento de una medida cautelar de alejamiento que tenía respecto al domicilio de una mujer, cuando se encontraba en sus inmediaciones.
También ha sido identificado como responsable de los hechos ocurridos el día 18 de noviembre de 2022, en la Línea 6 de Metro, por propinar sin motivo aparente a una mujer un puñetazo en su pantorrilla.
Sobre las 15:00 horas del día 4 de octubre de 2022 detuvieron al procesado en las inmediaciones del Instituto Emilio Castelar, en Madrid, porque desde hacía una semana atrás se personaba en el lugar para hostigar a las alumnas menores del centro, a las que se dirigía de forma lasciva.
En fecha 2 de noviembre de 2019 fue detenido tras sustraer a una mujer el teléfono móvil que portaba mientras la decía que «la iba a matar».
Sobre las 15:20 horas del día 8 de noviembre de 2022, fue detenido en las inmediaciones de una cafetería ubicada en la calle Laguna, en Madrid, donde sin motivo aparente hasta en dos ocasiones se dirigió a una mujer mientras la miraba realizando un gesto inequívoco con el cuchillo que sujetaba como de apuñalarla mientras le decía en voz baja la iba a matar.