El presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Javier González de Lara, ha pedido al Gobierno de Pedro Sánchez ser «flexibles» en la negociación de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales y ha reclamado que esta medida venga acompañada de «contraprestaciones» para las empresas. La patronal andaluza ha calculado en 15.000 millones el «impacto» de la reducción de la jornada en los costes empresariales, especialmente de las pequeñas y medianas empresas.
En una entrevista en Canal Sur Radio recogida por Europa Press con motivo de la nueva reunión entre el Gobierno y los agentes sociales, González de Lara ha defendido que la negociación «no puede limitarse a la reducción de la jornada, sino que hay que abordar otras cuestiones y materias que conforman el tiempo de trabajo», en alusión a la productividad. Sobre la iniciativa del Ejecutivo de que el 10% de la jornada anual pueda ser distribuida por las empresas de manera «irregular», el presidente de la CEA ha sostenido que «mientras sea flexible y no impuesta» se podría analizar.
«Estamos abiertos a propuestas y a un proceso de adaptación que sea suficientemente amplio y que permita a través de los convenios colectivos poder llegar a una solución», ha argumentado González de Lara, que ha rechazado, en cualquier caso, «el monólogo social, donde se va a una reunión, se imponen condiciones y además digo que va a ser un 10% de jornada irregular al año. Me está marcando las reglas del juego, ¿no?».
Sobre las palabras del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) en las que aseguraba que la reducción de la jornada equivaldrá a «doce días de vacaciones pagadas al año», el máximo responsable de la patronal andaluza se ha preguntado si las empresas «pueden afrontar tantas presiones», aludiendo a un incremento de costes sociales y económicos «a cambio de nada». «Eso no es una negociación», ha sentenciado.
González de Lara ha confiado en que el Ministerio de Trabajo de Yolanda Díaz no termine dando ni un «ultimátum» ni haga «imposiciones», que «no son buenas en democracia». «El diálogo social es fundamental. La paz social hay que mimarla, cuidarla, atenderla y respetarla», ha sentenciado.