El presidente de la Generalitat en funciones, Pere Aragonès, ha alertado este viernes sobre el ascenso de la extrema derecha y ha pedido no dar «ningún derecho por garantizado» en el Día internacional del Orgullo.
«Hay que defenderlos siempre. Hasta los derechos que pensábamos que están más consolidados pueden ponerse en cuestión. Hay que seguir mirando hacia delante, sin bajar la guardia, y seguir impulsando políticas transformadoras», ha reclamado en el acto institucional celebrado en el Palau de la Generalitat, junto con la consellera de Igualdad y Feminismos en funciones, Tània Verge.
También ha reivindicado el impulso de dicho departamento al inicio de la legislatura y la transversalidad de sus políticas en el Ejecutivo catalán.
«Un país que no es capaz de garantizar el derecho de la ciudadanía no es un país ni justo ni libre», ha destacado Aragonès, que también ha reivindicado el papel jugado por el movimiento LGTBI+ porque, a su juicio, les ha marcado el camino que debían seguir.
En el mismo sentido se ha pronunciado Verge, que ha reivindicado las victorias conseguidas en los últimos tres años, pero también ha avisado de que «la lucha LGTBIfóbica no termina aquí».
Según la consellera, hay que garantizar que nadie viva con miedo y se vea forzado a irse de su municipio «para poder ser quién es», y ha llamado a evitar que se den pasos atrás en los avances que garantizan los derechos de las personas LGTBI+.
Por ello, ha apelado a la responsabilidad colectiva para hacer un frente común capaz de afrontar «el crecimiento de la extrema derecha, de los grupos antigénero, al fascismo que amenaza derechos que han costado mucho conseguir».
Declaración institucional
El presidente de Panteres Grogues, Alberto Martín, ha leído la declaración institucional, que destaca que en el Día Internacional del Orgullo les une la reivindicación «del derecho fundamental de cada persona de ser quién es», y la defensa de los derechos LGTBI porque son derechos humanos, ha dicho.
«La libertad de las personas LGTBI nos hace una sociedad más libre y un país mejor. La lucha por sus derechos no se debe limitar a un día al año, debe ser un ejercicio cotidiano y colectivo, que se propague en todas las ciudades para que todos puedan vivir con libertad», recoge el texto.
Además, la declaración defiende que todo el mundo merece sentirse seguro, así como poder acceder a recursos, y añade que es una lucha que debe hacerse con la complicidad de la ciudadanía ante «el crecimiento de la extrema derecha, que amenaza muchos derechos que han costado mucho conseguir».