Los incidentes de odio motivados por LGTBIfobia aumentaron en la Comunidad de Madrid el año pasado, con un total de 209 casos --173 en 2022, un 20% más-- reportados en 33 localidades diferentes, según el informe del Observatorio Madrileño contra la homofobia, lesbofobia, transfobia y bifobia de la asociación Arcópoli.
Madrid capital encabeza la lista de localidades con mayor número de incidentes, registrando 127 casos, lo que representa el 60,8% del total. En segundo lugar se encuentra Torrejón de Ardoz, con 5 incidentes (2,4%), seguido por Getafe y Rivas-Vaciamadrid, con 4 incidentes cada uno (1,2%).
En Rivas, dos de los incidentes fueron reportados gracias a la iniciativa 'Mapa de agresiones LGTBIfóbicas en Rivas', puesta en marcha por el Ayuntamiento, que permite a las víctimas notificar anónimamente. «Este tipo de herramientas demuestra ser crucial para la visibilización y el reporte de agresiones, facilitando la denuncia de estos hechos», señalan desde Arcópoli.
Parla y Tres Cantos registraron 3 incidentes cada uno (1,4%), mientras que otras nueve localidades, como Pozuelo de Alarcón y Pinto, reportaron 2 incidentes cada una (1%). Varias localidades, incluyendo Villaviciosa de Odón y Leganés, reportaron un solo incidente (0,5%).
Dentro de la capital, el distrito Centro presentó el mayor número de incidentes con 29 casos, representando el 22,83% del total. Moncloa-Aravaca y Puente de Vallecas siguen con 10 y 9 incidentes respectivamente. Otros distritos como Tetuán, Arganzuela y Salamanca también mostraron cifras significativas, reflejando una amplia distribución de estos incidentes en la ciudad.
La mayoría de los incidentes ocurrieron en la vía pública, con 57 casos (27,3%), seguidos por los casos de odio en Internet, que ascendieron a 43 casos (20,6%). Los centros laborales fueron escenario de 27 incidentes (12.9%), mientras que 23 ocurrieron en viviendas habituales (11%), mostrando que la discriminación pueden manifestarse en múltiples ámbitos de la vida diaria.
Analizando la franja horaria, el informe destaca que el 26,63% de los incidentes ocurrieron de manera continuada, afectando el día a día de las víctimas. La tarde fue el segundo momento más común para los incidentes, con un 25,54 por ciento, seguido por la mañana (24,46%) y la noche (23,37%). Junio fue el mes con más incidentes reportados, con un 14,4 por ciento del total, seguido por octubre y noviembre, ambos con un 12,9%.
En términos de tipos de incidentes, las agresiones verbales fueron las más frecuentes, con 78 casos (37,3%). Los discursos de odio e intolerancia alcanzaron 26 casos (12,5%), mientras que las agresiones físicas sumaron 24 casos (11,5%). Otros tipos de incidentes incluyeron daños a la propiedad, acoso y amenazas, lo que subraya la variedad de formas en que se manifiesta la LGTBIfobia.
Uno de cada tres incidentes no se denunciaron
A pesar del alto número de incidentes, el 65,3% no fueron denunciados, según el estudio del Observatorio contra la LGTBIfobia. De los que sí lo fueron, la mayoría se dirigieron a la Policía Nacional (20 casos) y a la Policía Municipal de Madrid (15 casos). «Esta falta de denuncias subraya la necesidad de crear un entorno más seguro y de confianza para que las víctimas se sientan respaldadas al denunciar estos hechos», señalan.
De las 238 víctimas registradas, la mayoría tenían entre 18 y 30 años (37%). Los hombres constituyeron el 54,8% de las víctimas, y la orientación sexual más común fue gay (66,4%). En el 51,2 por ciento de los casos, las víctimas no conocían a sus agresores, lo que complica la identificación y procesamiento de los atacantes.
Respecto a los agresores, el 71% eran hombres y el 30,9% tenía entre 18 y 30 años. Solo el 3% mostraron pertenencia a grupos violentos organizados, lo que sugiere que la mayoría de las agresiones son cometidas por individuos sin vínculos evidentes a movimientos extremistas.
Conclusiones
El informe concluye que la Comunidad de Madrid sigue enfrentando desafíos significativos en la lucha contra la LGTBIfobia. «La violencia y la discriminación permanecen arraigadas, lo que subraya la urgencia de implementar políticas públicas más efectivas y de fomentar un entorno de mayor denuncia y apoyo a las víctimas, para garantizar la seguridad y el bienestar de la comunidad LGTBI», recalcan.
Los artífices del informe señalan que este aumento en los incidentes de LGTBIfobia refleja una necesidad apremiante de acción y concienciación. A su juicio, las autoridades, junto con las organizaciones de la sociedad civil, deben redoblar esfuerzos para combatir la discriminación y proteger a la comunidad LGTBI, «asegurando que Madrid siga siendo un lugar seguro y acogedor para todos».
Además, ven crucial fortalecer las redes de apoyo y los recursos disponibles para las víctimas, facilitando el acceso a la justicia y promoviendo campañas de sensibilización que eduquen a la población sobre la importancia del respeto y la igualdad. La colaboración entre entidades públicas y privadas puede jugar un papel fundamental en la erradicación de la LGTBIfobia en la región, consideran.
El Observatorio Madrileño contra la LGTBIfobia destaca la importancia de continuar con la monitorización y el análisis de estos incidentes para comprender mejor las dinámicas y tendencias, «permitiendo así diseñar estrategias más efectivas para su prevención y tratamiento». La recopilación de datos precisa y detallada es esencial para abordar esta problemática de manera integral, indican.
Finalmente, hacen un llamamiento a la sociedad en general para que tome conciencia de la gravedad de estos hechos y se comprometa a promover un entorno de respeto y tolerancia. La lucha contra la LGTBIfobia no solo es responsabilidad de las autoridades y las organizaciones, sino de cada individuo que forma parte de la comunidad, recalcan desde Arcópoli.
Luis Fernando Rosales, coordinador general de la asociación, ha destacado la importancia de un compromiso firme desde la política y las instituciones para erradicar los discursos de odio que son el caldo de cultivo para estos incidentes. «Los recortes de las leyes LGTBI como la 2/2016 y 3/2016 de la Comunidad de Madrid envían un mensaje erróneo a la ciudadanía, además de provocar que las víctimas tengan una percepción de desprotección por parte de las autoridades"», ha indicado.